Adiós al terror

Aznar rechaza los llamamientos a «arrimar el hombro por la paz»

GEMMA ROBLES
MADRID

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La primera intervención pública del expresidente José María Aznar para hablar de ETA tras el anuncio de cese definitivo de la violencia se produjo anoche. Tenía el compromiso de intervenir en unas jornadas de la Fundación Denaes y quiso aprovechar la ocasión para marcar terreno: a su juicio, nada ha cambiado. Nada ha ocurrido, pese al paso que han dado los terroristas. Y para subrayar esta idea, leyó exactamente el mismo discurso que, hace ahora un año, pronunció al ser nombradohonoris causaen la universidad católica de Murcia, alegando que sigue pensando igual que entonces. Claro que ahora es distinta la lectura que se puede hacer de sus advertencias sobre los llamamientos a «arrimar el hombro por la paz», especialmente si se tiene en cuenta la posición moderada que ha adoptado Mariano Rajoy.

«ETA está derrotada histórica y socialmente [...] y toca hacer efectiva esa derrota. Eso ignifica que no hay precio alguno que pagar a los terroristas. No lo hubo cuando mataban. No lo puede haber ahora», sentenció ayer Aznar, como hace un año hizo en Murcia.

EVITAR EL «FRAUDE» / En este contexto, Aznar volvió a advertir que nadie debe facilitar, «por acción o por omisión», ninguna vía para que ETA y sus «cómplices políticos» escapen a la derrota. «No nos dejemos enredar por este juego de unos supuestos terroristas buenos que quieren convencer a otros terroristas malos para que dejen el terrorismo del que todos ellos son responsables. Hay que impedir que este juego sea el último fraude que el terrorismo intente con éxito», sentenció.

Entre otras muchas cosas, Aznar repitió, como hace un año, que «no existe el derecho ni a crear partidos ilegales ni a votarlos» y, antes de que el Tribunal Constitucional haya tomado una decisión definitiva sobre el futuro de Sortu, Aznar apuntó que «la disyuntiva entre legalización o violencia terrorista es falsa» y mandó un consejo: «Quien quiera paz que mire la obra de la nación española de 1978; quien quiera concordia y reconciliación que mire la transición; quien busque generosidad para construir un futuro de democracia y libertad para todos, que asuma la Constitución. Y quien busque perdón, que tenga el valor de mirar a sus víctimas».

RAJOY, SIN CONCESIONES / El discurso (o la repetición del discurso) de Aznar llegó el mismo día en que el candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, puso el acento en la «esquizofrénica» posición de los populares en materia antiterrorista. «Doy la bienvenida al tono de Mariano Rajoy, aunque luego escuchas voces en el PP manteniendo posiciones radicalmente distintas en una especie de comportamiento esquizofrénico en la derecha, de bicefalia, de doble discurso que es funcional», afirmó en declaraciones a Radio Euskadi. Según Rubalcaba, el PP se ha pasado la legislatura que ya termina pidiendo públicamente «unidad» en la estrategia antiterrorista, aunque «luego pegaban unas patadas sin que les viera el árbitro», remató.

En línea similar se pronunció el ministro de Interior, Antonio Camacho, que afeó a los populares que se hayan decidido a respaldar al Gobierno socialistas «en los últimos metros, en la meta» de la lucha contra ETA.

Rajoy, haciendo oídos sordos a todas estas críticas, se reunió ayer con la presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Ángeles Pedraza. Según la versión de Pedraza (el líder conservador no compareció ante la prensa), Rajoy se comprometió con las víctimas a no realizar «cesiones» ante la banda terrorista y a no conceder, si gana las próximas generales, beneficios penitenciarios. Eso sí, hace días que dirigentes populares vienen subrayando que terminar con la dispersión sería una vía aceptable que no conllevaría beneficio, sino retirar un castigo.