La accidentada fuga de Aguirre será juzgada como una falta

Esperanza Aguirre se librará de sentarse en un juzgado de lo penal por huir y arrollar a una moto de la policía cuando trataba de zafarse de los agentes municipales que le pidieron la documentación para ponerle una multa por aparcar en una zona prohibida en plena Gran Vía madrileña. El juez instructor Carlos Valle y la fiscalía coinciden en que la presidenta del PP de Madrid debe ser juzgada por una falta, probablemente por alterar el orden público o por desobediencia leve, y no por un delito, por protagonizar un incidente que llevó a la lideresa a enfrentarse públicamente a los agentes de movilidad de Madrid. Si Aguirre finalmente es declarada culpable, la condena se saldará con una multa y no con una pena de prisión.

La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, máxima representante de la policía municipal, quiso ayer no obstante dar por zanjado el incidente al señalar que ahora «la última palabra es del juez».