consecuencias del portazo del VETERANO POLÍTICO

El entorno de Aguirre aviva la tensión en el PP al defender a Álvarez-Cascos

Pelayo Roces formaliza su renuncia como diputado del PP en el Parlamento asturiano, ayer en Oviedo.

Pelayo Roces formaliza su renuncia como diputado del PP en el Parlamento asturiano, ayer en Oviedo.

EL PERIÓDICO
MADRID

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Francisco Álvarez Cascos, exvicepresidente del Gobierno, exministro de Fomento, exsecretario general del PP, exaspirante a la candidatura popular en Asturias y protagonista de la salida más estruendosa de los últimos tiempos en las filas conservadoras, cuenta con un importante sector de su expartido que le apoya. El de Esperanza Aguirre. Un día después de que el veterano político amenazara con presentarse a las autonómicas del principado bajo otras siglas

-nuevas o ya existentes, porque él se limitó a decir que estaba «disponible»-, el número dos de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, señaló que su marcha supone una «pérdida muy importante», que «nunca debería haberse producido» porque es «malo para Asturias, para España y para el PP».

Las palabras que González pronunció ayer, una jornada en la que se registraron las primeras bajas tras el portazo del que fue mano derecha de José María Aznar, entroncan con el discurso de su jefa. Antes de que el partido decidiera nombrar a Isabel Pérez-Espinosa como candidata asturiana, cuando Álvarez-Cascos se postulaba de forma oficiosa pero firme para ese puesto, Aguirre tomó partido por él mediante una fórmula que ayer calcó González. «Para Asturias, para el PP y para España es algo enormemente positivo que vuelva a la política y no estamos en España para desaprovechar a una personalidad de su valía y su fuerza», dijo la presidenta madrileña, antigua rival de Mariano Rajoy, a comienzos del pasado septiembre.

LOS VALEDORES / El otro gran valedor de Álvarez-Cascos fue Aznar. «Te deseo suerte en los proyectos que tienes ante ti, porque tus éxitos serán los de todos los españoles», le dijo el expresidente hace un par de semanas en una carta pública. Otros, como el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, y el líder de los conservadores en Andalucía, Javier Arenas, también le mostraron su respaldo, si bien de forma menos elocuente. Pero la partida la ganó la secretaria general, María Dolores de Cospedal, que tras el triunfo de sus postulados ha mantenido un riguroso silencio.

Precisamente Arenas -uno de los pocos miembros de la vieja guardia aznarista, junto a Rajoy, que continúa mandando en el PP- trató ayer de rebajar la tensión. Su excompañero de partido «ha sido una persona muy importante en el PP y sus gobiernos», dijo, pero también añadió que estaba «seguro» de que iban a lograr desbancar al PSOE en Asturias. En cambio, hubo quien aprovechó esta crisis para saldar cuentas. Alejo Vidal-Quadras, por ejemplo. El vicepresidente del Parlamento Europeo sostuvo que el antiguo número dos de Aznar había probado su propia medicina. Recordó que este le «obligó a dimitir» cuando presidía el PP de Catalunya tras lograr «el mejor resultado hasta el momento», con 17 escaños en el Parlament. «Ejerció de brazo ejecutor -concluyó Vidal-Quadras-. De manera enérgica impidió que me siguiera presentando».

Desde el otro bando, el tono subió bastante más. El portavoz del PP, Esteban González Pons, aseguró esto a través de su muy activa cuenta en Facebook: «Acabo de recibir una amenaza de muerte (no creíble) de uno de los que están defendiendo (supuestamente) a Cascos». También dio por hecho que el antiguo vicepresidente del Gobierno iba a crear un «nuevo partido regionalista».

39 SALIDAS / Mientras tanto, en Asturias comenzó el goteo de bajas. «Este ya no es mi partido», dijo Pelayo Roces, diputado del Parlamento regional, que no especificó si se unirá al proyecto que sopesa liderar el exdirigente conservador. Quien sí está dispuesto a hacerlo es Pablo González, concejal del Ayuntamiento de Gijón. «Me pongo a su disposición -explicó-. Estaba con Álvarez-Cascos y sigo con Álvarez-Cascos». Anoche eran ya 39 los militantes en Asturias que habían devuelto su carnet. Lo que no está claro es qué hará él, si bien su entorno ya ha comenzado a moverse. El Centro Democrático y Social (CDS) afirmó que dos personas cercanas al ya exmiembro del PP han sondeado al partido sobre la posibilidad de que encabece sus listas en las autonómicas de mayo.