Joan Ridao, SECRETARIO GENERAL DE ESQUERRA REPUBLICANA DE CATALUNYA

Joan Ridao: «ERC debatirá en un congreso en octubre sobre liderazgos y futuro»

Nacido en Rubí el 27 de julio de 1967. Licenciado en Derecho por la UAB y doctor en Ciencias Políticas por la UB. Miembro de la ejecutiva de ERC desde 1990, fue portavoz del partido y presidente del consejo nacional antes de ser elegido, en el 2008, secretario general. Fue ponente del Estatut del 2006.

Autocrítico 8Joan Ridao, en un momento de la entrevista, en su despacho de la sede de ERC en Barcelona.

Autocrítico 8Joan Ridao, en un momento de la entrevista, en su despacho de la sede de ERC en Barcelona.

CARLES COLS / JOSE RICO
BARCELONA

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-¿Cómo se explica el descalabro electoral de ERC?

-Ha sido un resultado pésimo que no tiene una sola causa. La dinámica interna era una mochila muy pesada. Hemos tenido que maniobrar en un mar de contrastes, como la sentencia del Estatut o la emergencia de opciones independentistas exprés. Y no hemos sabido comunicar la obra del Govern.

-Parece que estén atrapados en una especie de pinza entre el independentismo exprés y la efectiva ambigüedad de CiU.

-Nos equivocamos al pensar que las elecciones girarían en torno a autonomía o independencia. El binomio cambio-continuismo ha primado. Se nos han ido unos 100.000 votos a Solidaritat y otros tantos a CiU. El problema es que gente que votaba al PSC ha preferido apoyar a CiU. Hay que recuperar el perímetro que forjamos en el 2003, un independentismo gradualista y de rostro social. No hemos sabido maniobrar y nos hemos acoquinado.

-¿Hasta dónde llegarán los efectos internos de la debacle?

-El presidente del partido ha puesto su cargo a disposición del consejo nacional y yo estoy coordinando una hoja de ruta de aquí a las elecciones municipales. No conozco a ningún dirigente que apueste por precipitar un congreso antes porque hay que preservar la cohesión interna. Pasados los comicios de mayo, convocaremos un congreso para el mes de octubre a fin de propiciar un debate interno a fondo.

-La primera reacción de Joan Puigcercós, avalada por la ejecutiva, fue continuar y, 24 horas después, puso su cargo a disposición del partido. ¿Temía a las bases?

-Admito que podría haberlo anunciado el lunes, pero fue producto de una reflexión personal. No hay ningún cálculo egoísta ni oportunista. La ejecutiva creyó que se había hecho suficiente autocrítica.

-¿Cuál será la hoja de ruta hasta las elecciones de mayo?

-El punto álgido será una conferencia municipalista en febrero. También crearemos una conferencia de hombres y mujeres del partido, un foro de debate abierto y dinámico con la incorporación de gente de fuera de Esquerra y que estará coordinado por los consellers Josep Huguet y Joan Manuel Tresserras. Y habrá otro foro integrado por personas que han tenido cargo institucional en el Govern. Lógicamente, en paralelo, nos patearemos todo el territorio haciendo campaña.

-¿Todo el capital humano que ERC ha adquirido en el Govern tendrá una presencia significativa en las listas electorales municipales?

-No solo en las candidaturas, sino también en la ejecutiva del partido.

-¿Habrá caras nuevas en la ejecutiva tras el consejo nacional?

-Habrá algunos cambios quirúrgicos porque hay personas que abandonarán la dirección por motivos personales, como es el caso de Marina Llansana. Pero puede que abordemos una reforma más amplia.

-Las municipales son una urgencia para ERC, por eso su líder en Barcelona, Jordi Portabella, ha planteado una coalición con Joan Laporta.

-A Portabella y a todos los dirigentes les emplazo a dejar a un lado la polifonía. La crítica es legítima, pero en los órganos correspondientes. Pido rigor y seriedad. El debate sobre las alianzas municipales no está abierto todavía. La estrategia en Barcelona la marcará la federación local junto con la dirección nacional.

-Si molesta la polifonía, ¿sería bueno que Josep Lluís Carod-Rovira dijese claramente lo que piensa?

-Hace días que no asiste a nuestras reuniones. El vicepresidente del Govern es corresponsable del resultado. Él presidía ERC cuando se decidió reeditar el tripartito, y él ha sido el máximo referente institucional del partido. Carod no puede decir que pasaba por allí. Es responsable, como el resto del Govern, de la falta de relato y de los errores.

-¿La relación de ERC son Solidaritat Catalana en el Parlament será como de primos hermanos?

-La relación será cordial, como con todos los grupos. Compartimos el objetivo de la independencia, pero no la estrategia. Lo poco que sabemos de su programa apunta más a la derecha que a la izquierda. No obstante, tenderemos la mano a todas las fuerzas políticas.

-¿La mano tendida a CiU se notará en la investidura de Artur Mas?

-Comenzamos una etapa que puede sanar las heridas con CiU. Pero ahora mismo no se entendería un o una abstención. Votaremos no rotundamente, porque no necesita nuestro respaldo, no descarta recibir ayuda del PPC y, además, la música inicial no nos gusta. Del concierto económico hemos pasado al pacto fiscal. Pero nuestra actitud en esta legislatura no será agria.

-Teniendo en cuenta los antecedentes de ERC, ¿el consejo nacional del 18 de diciembre puede cambiar esta posición?

-La decisión sobre la investidura corresponde a los órganos del partido, pero el grupo parlamentario tiene cierto margen de maniobra.

-El liderazgo de Puigcercós se votará en secreto. ¿Es una forma de evitar las suspicacias de que se busca una aclamación del líder?

-Acepto que es una opción discutible y puedo entender los recelos, pero es el máximo órgano entre congresos y la manera más rápida de asumir responsabilidades tras el 28-N. Cuando un jefe de gobierno quiere someter su liderazgo al Parlamento, presenta una cuestión de confianza. Pues en ERC igual.

-¿En el congreso de octubre se liquidará el asambleísmo que tantos problemas suele darles?

-Hay un cliché sobre ese tema. ERC es asamblearia, pero la elección del presidente y el secretario general se dirime por sufragio universal. La influencia de la asamblea es relativa, aunque sí existe una cultura asamblearia que genera una cierta informalidad a la hora de hacer política. Si conviene, este debate estará también en el congreso.

-Al ser en octubre, ¿Puigcercós y usted tendrán tiempo para recuperar la confianza de las bases?

-Es que yo no sé que haremos en octubre. Lo de recuperar la confianza es un prejuicio. Iremos a un congreso totalmente abierto.

-¿Pero la voluntad de Puigcercós es volverse a presentar?

-No lo sé. Eso se le tendría que preguntar a él. Ahora no estamos trabajando en eso. No nos hemos planteado qué haremos en otoño. Pero en esa cita se hablará de todo: liderazgos, proyectos de futuro...