La estrategia de las izquierdas

Zapatero respira «relajado» tras la renuncia de Montilla a otro tripartito

De izquierda a derecha, en la mesa central, Chacón, Zaragoza, De Madre, Molas, Montilla, Hereu, Tura, Badia, en la reunión de la ejecutiva del PSC, ayer en Barcelona.

De izquierda a derecha, en la mesa central, Chacón, Zaragoza, De Madre, Molas, Montilla, Hereu, Tura, Badia, en la reunión de la ejecutiva del PSC, ayer en Barcelona.

NEUS TOMÀS / BARCELONA
JUAN RUIZ SIERRA / MADRID

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Un suspiro de alivio recorrió ayer la ejecutiva federal del PSOE tras el sepelio del tripartito oficiado el domingo por elpresident, José Montilla. El encargado de trasladar la buena nueva fue Miquel Iceta, el portavoz del PSC, y lo hizo, según fuentes de la dirección socialista, así de elocuente: «El pasado domingo, Montilla bailó, el sábado se subió aLa noria y ayer habló claro y dijo que no quería reeditar el tripartito». La frase del portavoz catalán, con sus referencias a la clausura de la conferencia nacional del 17 de octubre -en la que Montilla se marcó unos pasos con Marina Geli- y a la aparición delpresidenten Tele 5, fue celebrada, a puerta cerrada, por el presidente del Gobierno y, ante las cámaras, por el secretario de organización del PSOE, Marcelino Iglesias. «Me parece un acierto para el PSOE, para el PSC y para Catalunya», dijo ante los suyos José Luis Rodríguez Zapatero.

Después, el jefe del Ejecutivo aseguró que se iba a «volcar» en las elecciones catalanas, donde según fuentes socialistas participará en «al menos dos o tres actos», y pidió a Iglesias que lo explicase en la rueda de prensa. Varios asistentes a la reunión señalaron que el presidente aragonés recordó que ya el sábado, en el comité federal socialista, había trasladado ese mismo mensaje. Y entonces ocurrió algo significativo que permite calibrar la importancia que la cúpula del PSOE otorga a la cita del 28-N. «Sí, sí, ya lo has dicho, pero hoy habrá que decirlo otra vez. No está de más repetirlo», le contestó el presidente socialista y vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves.

«RELAJACIÓN» / Lo primero que Iglesias dijo a los periodistas fue esto: «Quiero trasladar el apoyo total del PSOE al PSC en las elecciones y también a la decisión de Montilla de no reeditar el tripartito». Pero después vino una palabra que dice mucho más sobre cómo el PSOE ha acogido la decisión tomada por los socialistas catalanes. La palabra es «relajación». «Es una excelente decisión, porque no pactarán con aquellos que piden un referendo de autodeterminación

-declaró el número tres del partido-.

No solo nos ha parecido bien, sino que además nos ha relajado».

El alivio de la dirección del PSOE es solo comparable al que se constató en la ejecutiva del PSC, que se

reunió a la misma hora pero en Barcelona. «Tenemos la moral más alta», reconoció uno de los dirigentes para ilustrar el ambiente que se respiró ayer. En su intervención, Montilla desgranó sus motivos para renunciar a un nuevo pacto de izquierdas. Con Esquerra es imposible porque, a diferencia de lo que pasaba hace cuatro años, reclama la independencia para mañana. Y con Iniciativa también porque, según el candidato del PSC, las recetas económicas que propugna la nueva cúpula ecosocialista con Joan Herrera son contradictorias con el programa de Montilla. En definitiva, son, en palabras delpresident, «proyectos inasumibles».

INTERVENCIONES / En la reunión de la ejecutiva del PSC, a la que no asistió elconseller Antoni Castells, intervinieron, entre otros, Carme Chacón, Celestino Corbacho, Montserrat Tura, Jaume Collboni, Laia Bonet y Marina Geli. Todos se felicitaron por la nueva estrategia y, sin entrar en demasiado debate, se planteó que tal vez hubiese sido necesario decirlo antes. En todo caso, según uno de los asistentes, lo que quedó claro es que en el partido nadie cuestiona la decisión adoptada. «Lo hemos recibido como agua de mayo», afirmó un dirigente. Otro, todavía más explícito, proclamó que los socialistas catalanes han recuperado «la libertad».

La dirección del PSC también valoró la remodelación del Gobierno central y expresó su confianza en que el «efecto Rubalcaba» y las buenas artes oratorias del nuevo vicepresidente primero convenzan a los votantes socialistas desencantados.

Los todavía socios de Montilla, Esquerra e Iniciativa, recibieron con escepticismo e incredulidad el anuncio del PSC. Aseguran que hace cuatro años también renegó del tripartito y después recurrió igualmente a ellos. Los socialistas aseguran que no es la misma situación porque entonces expresaron un deseo y ahora lo que existe es un compromiso explícito. También es cierto que la rueda de prensa que protagonizó ayer la número cuatro de la lista, Bonet, no sirvió precisamente para clarificar las intenciones de los socialistas catalanes. En todo caso, distintos miembros de la ejecutiva del PSC consultados por este diario aseguraron que «pase lo que pase» tras las elecciones del 28 de noviembre no habrá un tercer tripartito.