DEBATE SOBRE EL FUTURO DEL AUTOGOBIERNO

El destino del Estatut divide a sus padres en su cuarto aniversario

Artur Mas, durante su intervención en la jornada de trabajo que CiU celebró en Reus, ayer.

Artur Mas, durante su intervención en la jornada de trabajo que CiU celebró en Reus, ayer.

SARA GONZÁLEZ
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Costó parirlo y está costando criarlo. Los padres del Estatut sopesan divididos cuál debe ser el futuro de la criatura legislativa que debía dar alas al autogobierno de Catalunya dentro de la España de las autonomías. Ayer cumplió cuatro años, pero en su corta vida ya ha tenido que enfrentarse al doloroso tijeretazo del Tribunal Constitucional (TC). Pese a estar aún convaleciente, sus progenitores del PSC confían en una recuperación total de la norma y se centraron ayer en destacar su fortaleza. También ICV cree posible restaurar su salud, aunque insiste en que este debe ser un proceso rápido. En cambio, sus padres de ERC, que desde el principio consideraron que la Carta catalana nació más débil de lo que debía, aseguran que este es su fin y que es hora de hacer uso del derecho a decidir. También CiU, la comadrona durante el parto, apuesta por esa vía y proclama que este es el final del trayecto del Estatut.

Artur Mas se levantó ayer con el pie independentista. Con el soberanismo en ascenso por la sentencia del TC, el líder de CiU considera que para sacar rédito electoral a este contexto hay que anudarse laesteladaal cuello y que el mejor regalo de cumpleaños para la Carta catalana es nada más y nada menos que la jubilación. Aseguró también que la norma «era un buen tren que ahora está en vía muerta y desguazado», por lo que el destino en el que debe fijarse Catalunya es «el derecho a decidir». En el baúl de los recuerdos queda el traje de conciliador con el Gobierno central, al menos por ahora.

El dirigente convergente afirmó, en la jornada de trabajo que la federación celebró en Reus, que «la apuesta de entendimiento con el Estado» en la que su partido «ha invertido 30 años» no ha progresado. Según Mas, el Ejecutivo y el tripartito son los responsables de que el Estatut sea ahora meramente «decorativo». «El Gobierno amigo del tripartito ha invadido competencias y ha sido muy reticente, pero los diputados del PSC se han aliado con él y no con los intereses de Catalunya», dijo el líder de CiU, quien concluyó que su apuesta es aferrarse al lema de la marcha del 10-J:Som una nació. Nosaltres decidim.

DECIDIR EN LAS URNAS / Este es precisamente el camino que defienden los republicanos. El portavoz de ERC, Ignasi Llorente, aseguró que «ya no toca valorar el Estatut en función del número de traspasos», sino «pasar por las urnas y preguntar a los ciudadanos qué encaje, o no encaje, quieren en el Estado español». No obstante, mientras no llegue el referendo, Llorente abogó por que el Govern siga «desplegando todas las competencias que pueda» y consiga los traspasos «lo más rápidamente posible».

Pero en su cuarto año de agónica vida, el Estatut aún tiene quien cree en su remontada. Los ecosocialistas pusieron ayer sobre la mesa un plan de rescate urgente. La portavoz parlamentaria de ICV, Dolors Camats, propuso crear un frente común en Madrid para impulsar un paquete de leyes y decretos estatales con la finalidad de «revertir» los efectos del fallo sobre el Estatut y restituir el texto «en bloque». Camats añadió que el plan de rescate urgente debe activarse lo antes posible e insistió en que «no debería ser una moneda de cambio» tras las elecciones de otoño.

El PSC, reacio a tensar más la cuerda con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, confía en que después de las vacaciones el Ejecutivo central le tienda una mano para recuperar los puntos que el Constitucional hizo trizas. «En cuatro años hemos logrado metas muy importantes en el desarrollo del autogobierno de Catalunya, a pesar del recurso del PP y de la sentencia del TC», dijo la secretaria de desarrollo estatutario del PSC, Laia Bonet. Laconsellerade Justícia, Montserrat Tura, se encargó, una vez más, de desmarcar a los socialistas catalanes de la postura «alineada con el Gobierno» mostrada por su compañera de partido y ministra de Defensa, Carme Chacón, y subrayó que el Govern «no desfallecerá en el intento de mantener la integridad» del Estatut que Catalunya vio nacer en el 2006.