Mas recuerda a Zapatero que CiU le salvó: «Que mida sus palabras»

Artur Mas pagó ayer, con una satisfacción más que visible, gran parte de una vieja deuda. El líder de CiU compareció ante los periodistas para abominar de la reacción del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ante el fallo del Tribunal Constitucional sobre el Estatut. Y de paso subrayó que el líder del PSOE está aislado, que su Gobierno podría caer en cualquier momento y que fue CiU quién salvó al Ejecutivo socialista al abstenerse y permitir con ello que prosperase el plan de ajuste al que obligaron la crisis y las presiones de la UE. «Que mida sus palabras y sea consciente de su extrema debilidad. Que no tiente el riesgo», agregó antes de sorprender a los asistentes: «No es una amenaza, es una advertencia». Pareció lo primero.

Mas cargó con dureza contra el hecho de que Zapatero diera por buena la sentencia del alto tribunal. Calificó esa reacción de «frivolidad y un punto de cinismo», ya que, según el líder de CiU, el presidente tendría que haber defendido el texto del Estatut en lugar de aceptar su mutilación. Lo que más irritó al nacionalista es que Zapatero pidiera calma a los partidos catalanes tras el fallo emitido por el TC.

Mas afirmó que la decisión del tribunal convierte una Constitución «abierta» como la de 1978 en un «corsé rígido» y aseguró que el PP y el PSOE deben reabrirla. Ninguno de los dos partidos, advirtió, contará en el futuro con el apoyo de CiU a la gobernabilidad si parte de la base de que el autogobierno catalán no tiene más recorrido que el realizado.

'PEIX AL COVE' / El aviso de Mas no deja de ser curioso, ya que da a entender que CiU mira con un ojo al derecho a decidir y con el otro al tipo de relación que ha tenido con el Gobierno central durante décadas: apoyo a ejecutivos sin mayoría absoluta a cambio de traspasos.