Vuelo corto y gallináceo

El PPC ha apurado hasta el último momento para llevar los presupuestos de la Generalitat al Consell de Garanties Estatutàries

Neus Tomàs

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En el vuelo gallináceo, el aleteo del ave se considera inversamente proporcional a la distancia que recorre el animal. Mucho aspaviento para nada. Traducido a la política, y situando el hábitat en el Parlament, el epicentro del ecosistema catalán, el recurso a la gesticulación exagerada contamina la mayoría de estrategias de los grupos. Esta vez, como ya sucedió un año atrás, es el PPC quien ha apurado hasta el último momento para llevar los presupuestos de la Generalitat al Consell de Garanties Estatutàries y así evitar hoy su aprobación. Mucho aleteo para muy poco trayecto.

¿Por qué el grupo popular ha esperado hasta ahora pudiendo haberlo hecho antes? Por puro tacticismo y un afán de protagonismo tan lícito como criticable, que seguramente se explica por la necesidad de ganar el terreno que en las encuestas le comen Ciutadans e incluso Podemos. Los populares se quejan de que el Govern de Artur Mas legisla «en contra los catalanes» creando ya las llamadas estructuras de Estado. Esas que, de momento, nadie ha visto (y bien que se queja Esquerra de que todo esté aún manga por hombro, empezando por la Hacienda propia).

El PPC está en su derecho de recurrir unas cuentas del todo criticables puesto que de entrada hay más de 2.000 millones que nadie sabe de dónde saldrán. Pero, si quería hacerlo, podía haberlos impugnado días atrás porque las partidas que tanto le molestan ya estaban consignadas. De esta manera las cuentas de la Generalitat se hubiese podido aprobar este mes. Al menos la buena noticia es que el punto de los presupuestos será sustituido en el pleno de hoy por una proposición que insta a garantizar las becas comedor a niños en situación de especial vulnerabilidad.