Pequeño observatorio

Unos coloquios descolocados

El peligro en los debates es llegar a la explosividad. Aficionarse a las palabras-bomba

Helena Garcia Melero, con un  piolet ('Divendres', TV-3).

Helena Garcia Melero, con un piolet ('Divendres', TV-3).

JOSEP MARIA ESPINÀS

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Confieso que, a veces, me he ido desinteresando de los coloquios que se presentan en la televisión. En principio, algunos debates podían ser muy interesantes, sin duda, tanto por los participantes en el programa como el tema a discutir. Pero a menudo, y pronto, me ha empezado a molestar el caos verbal que muchas veces, y progresivamente, se apoderaba de aquella mesa con cuatro o seis invitados. El coloquio iba convirtiéndose en un juego de pisotones de voces. Cada vez más contundentes.

No dudo de que las personas invitadas al programa tenían cosas para decir, pero cuando habían empezado a decirlas siempre había alguien que no tenía paciencia. No podía dejar terminar la formulación de una idea de un colega.

Es cierto que hay algunos invitados a hablar que tienen una clarísima tendencia a convertirse en 'okupas' del tiempo.

El último coloquio que contemplé, en TV-3, sobre temas de interés político-social, tenía como moderadora a Helena Garcia Melero. Quizá es mejor decir «conductora». No importa, lo que cuenta, es que en ese plató había seis voces, todas ellas decididas a hacerse oír.

En cualquier caso, 'la Melero' –como se dice ahora– supo mantener una difícil calma, necesaria, para poder construir un espacio y un tiempo. No hay dos situaciones iguales, y ya sabemos que quien conduce un coche debe tener dos aptitudes básicas: saber acelerar y saber frenar.

Algunos tertulianos aceleran cuando están en un debate televisado. Es comprensible. Poder discutir, si se aprende de ello, puede proporcionar una íntima satisfacción. El peligro es llegar a la explosividad. Aficionarse a las palabras-bomba.

Espero que algún día, en un coloquio, alguien levante un dedo y diga, simplemente: «Estoy de acuerdo».

No me extrañaría que alguien se lo discutiera