Una voz sindical para los inquilinos

En el convulso sector de la vivienda de alquiler en Barcelona, afectado por una tendencia especulativa que han disparado los precios y transformado el tejido social de algunas zona de la ciudad, se incorpora ahora el primer Sindicato de Inquilinos que surge en España. Aunque este tipo de organización cuenta con larga tradición en diversos países europeos, como Suecia, Alemania o Austria –donde se han convertido en verdaderos grupos de presión–, era inexistente hasta la fecha entre nosostros.

No es por casualidad que nazca en Barcelona. La capital catalana soporta desde hace años una vertiginosa burbuja del alquiler donde conviven y se retroalimentan unos precios disparados junto a una asfixiante presión turístico-inmobiliaria y voraces operaciones de compra por parte de fondos de inversión. Además, la reducción de cinco a tres años del periodo mínimo de duración de los contratos obliga a una rápida renovación de los mismos, lo que favorece más al dueño que al inquilino.

Ante un cóctel tan explosivo, no es de extrañar la aparición de este sindicato 'de resistencia' impulsado por colectivos ciudadanos que denuncian los abusos y, sobre todo, la transformación del 'alma social' de los barrios con la expulsión de sus vecinos de toda la vida. Esta voz sindical de los inquilinos ha de servir ahora de necesario contrapeso en los foros donde se debata uno de los problemas más acuciantes para muchos barceloneses: la dificultad de acceder y mantener una vivienda digna y asequible.