tú y yo somos tres

TV-3 dicta sentencia

ferran Monegal

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Decía Ariadna Oltra, al principio del 'Especial 9-N, vist per sentència' (TV-3): «Dentro de unas semanas sabremos si Artur Mas, Irene Rigau y Joana Ortega son condenados o no. ¡Ah! Errónea presentación. No hace falta esperar unas semanas para saber si son culpables, o no, de alguna cosa: en esta sesión de TV-3, los tres inculpados -que estaban allí presentes- ya han sido absueltos. Es lo que en términos periodísticos se llama montar un juicio en paralelo para que la tele dicte sentencia. Partamos de una base: muchos analistas y opinadores, de signo ideológico diverso, han declarado estos días en programas y cadenas que este juicio es una barrabasada, un error inmenso. Estamos de acuerdo. Si poner unas urnas para que la gente vote resulta que es delito, es que se ha extraviado la esencia de la Democracia por completo. Repito, estamos de acuerdo. Pero visto que los encausados han aceptado ser procesados, se han presentado al juicio y se han sometido a ser juzgados, la maniobra de TV-3, impulsando un gran programa, una gran plataforma, al servicio de tres personas en estado sub iudice, es de una perversión televisiva peligrosa. Se han dado casos similares en la tele. Recuerdo, años atrás, que mientras los jueces de Valencia estaban juzgando el anestesista Juan Maeso, antes de que dictasen sentencia Merceditas Milà lo llevó una noche a su programa 'Diario de... ' (septiembre 2005, T-5) y le hizo un lavado de imagen tan hermoso y emotivo que todos los que le lo estábamos viendo le absolvimos automáticamente. Fue un ejercicio de inducción colectiva sobre una persona en situación 'sub iudice'. Me preguntaba entonces, desde esta misma columna, qué debieron sentir los jueces de la Audiencia de Valencia, que estaban deliberando sobre la culpabilidad o no del señor <b>Maeso</b>, cuando vieron que la tele le estaba haciendo un juicio paralelo desde un plató, y que quedaba absuelto por obra y gracia de la potencia persuasiva de este medio sobre la audiencia. Y me seguía preguntando: ¿para qué los jueces si ya tenemos la tele?

Los supuestos delitos no son comparables, es evidente. Pero el 'modus operandi' de aquella Tele 5 del 2005, y de esta TV-3 del 2017, sí lo son. Deseo que Ortega, Rigau y Mas sean declarados no culpables. De nada son culpables, creo yo. Lo deseo con la misma intensidad que aborrezco esta pamema de juicio paralelo de TV-3.