Tú y yo somos tres

Tirón de orejas a Pablo Iglesias

FERRAN MONEGAL

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El ejercicio de Jordi Évole (Salvados, La Sexta) colocando a <b>Pablo Iglesias</b> ante cinco de sus votantes, corrientes y molientes, ha sido fértil. Dentro del cariño, le han dado caña al glorioso líder de Podemos. Aquello de no apoyar al PSOE de Pedro Sánchez se lo han recriminado. Le dijeron: al final, aquella decisión ha servido para instalar a Rajoy otra vez en el poder. Efectivamente.

También las luchas fratricidas dentro de Podemos, entre el pabllismo y el errejonismo, han sido objeto de reproche. «Lo de los escaños del Congreso ha sido el show de Podemos», le decían. «¿Había que poner a Errejón entre Mayoral y Garzón? ¿Había que hacer desaparecer a Carolina Bescansa, y a Tania Sánchez colocarla en el gallinero?», le lanzaban, añadiendo: «¿No le estamos dando de comer al Salvame Deluxe de la política?». ¡Ah!

No había acritud en estas amonestaciones, pero sí firmeza. Pablo tuvo que encajar varios tirones de oreja. Como el que le propinó en un momento dado el propio Évole«No tengo claro que, sin haber gobernado, no hayáis decepcionado (...) Da la impresión que estáis más preocupados por vuestros problemas que por los de la calle y de la gente». No sé si esta catarsis coral sobre el secretario general de Podemos, le ha servido a Pablo Iglesias para que haga una profunda reflexión posterior.

Lo que sí hemos visto posteriormente a la entrevista es la nota de la Asociación de la Prensa de Madrid, que preside Victoria Prego, en la que se acusa a Pablo Iglesias, y a sus colaboradores más cercanos, de una «campaña de acoso» contra los periodistas que cubren la información de este partido con el fin de «amedrentarles» para que «escriban al dictado». Es una lástima que esta nota haya surgido después del Salvados. Habría sido tema.

En el programa, Pablo se quejó del periodismo: « Hay gente que en lugar de militar en un partido, milita en un medio: la SER, El PaísLa Razón... (...) Es indecente lo que se está haciendo». O sea, Pablo entiende nuestro oficio como el de soldados en trincheras. Y se queja de que ahora le muerdan.

Hombre, hubo un tiempo en que estaba cómodo visitando Cuatro y La Sexta. A mi entender se equivoca: yo creo que en nuestro oficio se muerde poco. En cualquier caso, la nota de la Asociación de la Prensa pone de relieve la ingenuidad del pablismo. Estas labores de acoso al informador, los partidos poderosos las hacen más sutilmente. Otra cosa es que sus intimidaciones consigan tener éxito.