tú y yo somos tres

«El tiempo pasado fue peor»

FERRAN MONEGAL

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El debut de Alaska y Coronas en La 2, tomando el testigo que dejaron vacante Mara Torres y Joaquín Reyes, nos ha deparado esta semana el reencuentro con Eduard Punset, que a lo mejor vuelve a TVE con un nuevo programa. Le preguntó Coronas si el tiempo, la edad, condiciona los proyectos que los seres humanos podamos tener. Y Punset, con esa risita de conejo sabio que tiene, le contestó: «Sepa usted que los científicos han descubierto que entre los 55 años y los 75 u 80, surge una nueva edad. Somos los única especie que se caracteriza por eso. Es una edad en la que probablemente interesa menos el sexo, pero en la que mejora la salud. Cada día que pasa es mejor que el anterior». ¡Ah! Sentimos en casa por Punset una gran veneración. A mí lo que más me gusta son las gotas de humor que de vez en cuando destila en sus advertencias. Lo de que a partir de los 55 la salud mejora es una genialidad humorística de primer orden. Y sobre todo, conociendo la afición que tiene Punset por el factor sorpresa, es una fenomenal provocación. Aquella copla de Jorge Manrique por la muerte de su padre, aquel último verso de la primera estrofa que asevera: «Cualquier tiempo pasado fue mejor», queda completamente abolida gracias a la retranca punsetiana. Dejando a un lado el factor melancólico, que siempre es personal e intransferible, que siempre es una ilusión ingenua y enfermiza, como comprarse un peine cuando ya no tienes pelo, el hecho de que cualquier tiempo pasado fue peor es algo que también constata la Historia. Y más en este país nuestro. Tan asilvestrado. Intolerante. Sectario. Intransigente.

TOÑI MORENO .- La presentadora de Entre todos (TVE-1) ha cosechado un triste repunte de actualidad. A una joven madre gallega, separada, que apenas puede sobrevivir, y que confesó en el programa que su marido le pegaba, Toñi le soltó: «Cuando pasan cosas como esas, o denuncias o callas para siempre». Ha provocado gran indignación este comentario. En efecto, la frase es nefasta. Toñi pidió disculpas al día siguiente. Como espectador, no es la  desafortunada expresión puntual -ya rectificada- lo preocupante. Lo grave es que el programa Entre todos siga impulsándose desde la gran TV pública estatal. Es un canto a la caridad como remedio, una trampa que está consiguiendo que buena parte de la audiencia se olvide de reclamar justicia y se ponga a hacer limosna.