Son tan buenos que se duermen

EMILIO PÉREZ DE ROZAS

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Vale, de acuerdo, el rival empuja. El estadio es San Mamés. La gente no se rinde nunca, jamás. Pero tú eres el Barça, el favorito, tienes la mejor plantilla y, cierto, no estaban Messi ni Suárez, pero tienes el partido dominado y te duermes. ¿No te duermes? Entonces, bajas los brazos. No, tampoco bajan los brazos. Pues, entonces, ¿por qué no sentencias si eres tan superior? Pues porque, según cuentan ellos, esto es fútbol, no es tan sencillo, el adversario también juega, y aprieta.

No, cuando tú eres tan superior -y el Barça volvió a serlo anoche en la Catedral-, has de sentenciar, enterrar la eliminatoria y ponerte a pensar en otra cosa. Por ejemplo, en el duelo liguero con el Atlético que, precisamente, se jugará tres días después de recibir al Athletic en el Camp Nou. De ahí que era muy importante acabar 0-2, o 0-3, pero no fue así, no. Volvieron a dormirse, ¡que no se duermen, que el rival aprieta!, vale, pues no se durmieron pero yo volví a tener la sensación de que se creyeron tan superiores que recordé los partidos de esta temporada con el Deportivo (2-2), en Valencia (1-1), en Cornellà-El Prat en la Liga (0-0) y puede, sí, alguno más que he olvidado.

Y, claro, cuando acabas la primera parte y ves que el Barça controla el partido con solvencia, marca (cierto, sin tiqui-taca pero con dos contragolpes fulminantes: tres pases por la derecha y gol de Munir, tres pases por la izquierda y gol de Neymar), y que Arda parece surgido de La Masia y Sergio Roberto vuelve a estar portentoso en su séptima posición en el equipo, aún te da más rabia que el equipo, que tuvo a Iniesta y Busquets como metrónomos, se duerma ¡que no se duerme, que el rival aprieta! ¡Que se lo digan a ese portentoso Ter Stegen, que se quedó sin jugar en Yokohama!

Y, sí, como me esperaba, oí a Luis Enrique decir que en la segunda parte todo fue mérito del Athletic, que apretaron porque ellos son así. Y nosotros no nos dormimos, no. ¡Que nooooo!