LA CORTINA DE HUMO

Sombras en la pared

TONI AIRA

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«El poder reside donde los hombres creen que reside. Es un truco, una sombra en la pared. Un hombre muy pequeño puede proyectar una sombra muy grande». La idea no es de Maquiavelo, ni de ningún gurú de la comunicación política e institucional. Es de Varys, intrigante personaje de la serie Juego de Tronos, que por cierto mañana estrena la cuarta temporada. Y la clava. De ahí que los políticos, de siempre, se afanen en diferenciarse a ojos de una ciudadanía ante la que quieren mostrarse como la mejor opción, la dominante. ¿Quién tiene más poder en la política catalana actual? ¿Quién marca la pauta? Juego de sombras en la pared.

El pacto CiU-PSC para dar luz verde al proyecto Barcelona World también ha sido eso. Primero, hacer posible una inversión que en Tarragona el territorio reclamaba, pero a la vez, segundo, proyectar la imagen de una CiU que gobierna y que puede llegar a pactos en clave de país más allá de ERC. A pesar de que Esquerra podría haber llegado finalmente a ese pacto o a uno muy parecido, a Artur Mas y los suyos ya les ha sido bien que el PSC se avanzara a unos republicanos que necesitaban alargar demasiado el proceso para poner en valor (para proyectar) que ellos condicionaban los acuerdos. Pero los socialistas, finalmente (después de mucho tiempo), han podido tratar de reivindicar que están ahí. Sombras. Pere Navarro está en un bucle negativo hasta con la agenda. El lunes 14 de abril, por ejemplo, ha ido a fijar el acto de presentación de su libro Insisteixo, la solució és federal, que se hará casi a la misma hora que la primera conferencia conjunta de Oriol Junqueras y el exPSC Toni Comín. Ley de Murphy. Pero esta semana ha tenido un respiro.

«A todos nos conviene abrir el abanico de pactos, no cerrarnos a una sola opción», dicen desde CiU. Y es que gobernar en minoría y tener sólo un aliado que decante mayorías da mucho poder al socio pequeño, o como mínimo así lo proyecta. Y ante el ciclo electoral que se abre ahora con las elecciones europeas, nadie quiere pasar como subsidiario de otro. Ahora es el turno de marcar perfil, de sacar de vez en cuando a los respectivos simulacros de doberman a ladrar, pero bien atados y sin opción ni voluntad real de morder.

En CiU lo tienen especialmente difícil porque tienen que tratar de poner en valor su opción sin incomodar demasiado a su socio preferente, una ERC que hace en este sentido sin tantas manías. Y aquí uno de los retos de la campaña de las europeas de la federación, que cuenta ya con el asesoramiento externo en la comunicación de la candidatura de Ramon Tremosa con el veterano periodista Jordi Juan. Su agencia, Vitamine!, dice que «ofrece nuevas respuestas a viejos problemas». Les necesitarán.