Si dicen que Mas es el problema, quizás es que es la solución

"De la independencia, lo que es importante no es declararla, sino poderla mantener". Lo decía ayer en 'El suplement' de Catalunya Radio Ferran Requejo, catedrático de Ciencia Política y miembro del Consejo Asesor para la Transición Nacional.

Y para poder mantenerla, lo que hay que tener a punto internamente es lo que llamamos estructuras de estado, porque la garantizarán. Y externamente, es necesario haber evidenciado que Catalunya no se ha movido ni un milímetro del espacio democrático que Europa entiende. Catalunya debe demostrarse a sí misma, y al mundo, que ha intentado de todas todas, y de manera clara y directa, buscar un acuerdo con España para poder votar. Europa entiende bien un principio básico de la democracia, que consiste en poder votar o no votar.

¿Se llegará a este punto a través de la consulta del nueve de noviembre? Parece improbable, dado que el gobierno español tiene como objetivo impedirla.

¿Se llegará a través de unas elecciones? Parece más factible, porque el gobierno español no puede prohibir. Sea el caso que sea, al día siguiente de que las urnas hablen, hay que ir a Madrid a negociar. Ahora y después, el gobierno español deberá medir las decisiones que tome contra Catalunya. Porque Europa no lo permite todo.

Donde estamos ahora, Rajoy descarta a Mas como interlocutor y Navarro dice en los mítines que el problema se llama Mas. Y está claro que tienen un problema. Mas explica al mundo en diferentes lenguas lo que pasa en Catalunya. La gente en las calles y en las plazas lo empuja. Destilada esta energía, y con el apoyo de la mayoría de fuerzas parlamentarias, la gestión política se convierte en democracia. Si dicen que Mas es el problema, quizás es porque es la solución.

Una nueva hoja de ruta genera, por desconocida, inquietud. Abrir camino es desbrozar. ¿Verdad que fue un admirado poeta español quien cantó que se hace camino al andar?