Dos miradas

Me seduce

JOSEP MARIA FONALLERAS

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Muchos se quejan de la irregularidad moral que supone decir «me gusta»  a la foto de un niño exiliado muerto en una playa del Mediterráneo. O a la irritante foto de un perro apaleado en mitad de la calle. O al llanto de una madre desahuciada. Facebook está lleno de imágenes impactantes que los usuarios cuelgan para denunciar una injusticia, un malestar. Los amigos, los conocidos y los saludados de la red quieren demostrar con su «me gusta» la solidaridad con la crítica. A veces hay alguien que cuenta una intimidad desagradable o trágica y vuelve a estar ahí el recurso del «me gusta», que significa compartir la pena. Pero al menos hay que reconocer que se trata de una situación extraña. Ahora, Facebook lo acaba de arreglar. Aunque todavía es una especie de ensayo, ha introducido, aparte del «me gusta», un «me encanta» (o «me seduce», que es más poético y con más graduación), un «me divierte» y un «me alegra» (que se parecen sin ser exactamente lo mismo), un «me sorprende» o «me asombra» (que no compromete a nada), un «me entristece» (que tendrá muchos adeptos) y un «me enfada» (que aún tendrá más éxito).

Con estas novedades, las relaciones en Facebook cambiarán mucho. Habrá más edulcoración y más irritaciones, más variedad, pero también más revuelo. En lugar de optar por la simple negación (un «no me gusta»), el señor Mark Zuckerberg ha decidido ampliar el vocabulario. Y la sintaxis y, en definitiva, las opciones de diálogo y bronca.