Editorial

El Salón del Manga cumple 20 años de éxito

La 'mangamanía' se ha convertido ya en un fenómeno imparable

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Solo el desconocimiento osado puede llevar a pensar que el manga es cosa de unos jóvenes excéntricos amantes de la cultura japonesa del cómic. Nada más lejos, como lo demuestran las cifras del Salón del Manga de Barcelona, que llega este fin de semana a las dos décadas de vida con un arraigo envidiable. Los 115.000 espectadores de la anterior edición lo convierten en un acontecimiento de cultura popular de enorme magnitud, como lo son en la capital catalana el Primavera Sound, el Sónar y el Salón del Cómic, y en el entorno barcelonés el festival de cine de Sitges. Las previsiones de esta edición apuntan a un eco incluso mayor, con la ampliación de 15.000 metros cuadrados hasta un total de 50.000 en el recinto de Montjuïc de la Fira de Barcelona.

El crecimiento ha sido abrumador desde que unos mil asistentes se citaron por primera vez en la estación de França en 1995. Ya no se trata solo de una muestra con las firmas relevantes del género, como ocurre este año con un espléndido cartel de autores; el Salón del Manga también despliega un catálogo en el que no falta nada de la cultura japonesa: desde concursos de disfraces y karaoke, talleres de cocina y espacios de juego a muestras de arreglos florales y máscaras.

De los cuatro días de programa ya no quedan entradas para el día fuerte, el sábado. Los organizadores, tras la avalancha del pasado año, optaron por un sistema de venta anticipada que ya es un indicador de la mangamanía mangamaníacomo un fenómeno imparable.