Y Rodrigo salió en los papeles

 La frase pronunciada el martes en la Audiencia Nacional por el exconsejero delegado de Bankia, Francisco VerdúFrancisco Verdú, pasará a la historia como muestra de uno de los periodos más oscuros de la democracia española. Aquel en el que la crisis financiera internacional dejó al desnudo a una clase dirigente depredadora que manejó de manera irresponsable y en beneficio propio muchas empresas públicas y cajas de ahorro. "Rodrigo,como uses esa tarjeta para gastos personales, saldrás en los papeles", le dijo Verdú a Rato cuando este, entonces presidente de Bankia, le entregó el trozo de plástico que permiría gastar 75.000 euros al año sin tener que justificar nada.

Efectivamente, Rodrigo salió en los papeles. Y no solo eso. Ahora se sienta en el banquillo de los acusados en la Audiencia Nacional en uno de los juicios más bochornosos de los que se han derivado de la corrupción y la mala praxis político-administrativa en el país.

La declaración de Verdú ante el tribunal fue demoledora para Rato. Situó el turbio asunto de las tarjetas 'black' en el punto que más escandalizó a la sociedad española. Las tarjetas eran el vehículo para sortear la limitación salarial --600.000 euros al año, no se vayan a pensar-- impuesta por el Gobierno a los directivos de cajas que habían recibido ayudas públicas. Rato ,ahora en los papeles, y sus secuaces idearon una fórmula sencilla, limpia e innovadora para redondearse el salario: los gastos sin justificar mediante tarjetas opacas entregadas como un aguinaldo navideño. Un mecanismo, que según declaró también Verdú, era improcedente en una entidad financiera privada.

VERDÚ, ¿UN HÉROE?

Confesó también Verdú ante el tribunal que Rato se enfadó al ver que su consejero delegado le rechazaba la tarjeta. Su más directo colaborador le estaba poniendo ante el espejo que reflejaba todas las prácticas perversas que al final le han llevado a los papeles... y al banquillo. ¿Es Verdú un héroe? Seguramente, no, porque se ahorró denunciar lo que estaba pasando. Pero al menos puede proclamar que ni usó la tarjeta ni le rió la gracia al presidente.