LA RUEDA

El 'show' de los refugiados

La UE ha montado un espectáculo indigno con los primeros acogidos, 21 sirios y 9 iraquís

JOSÉ S. SOROLLA

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La UE ha celebrado en seis meses cinco cumbres para abordar la acogida de refugiados y esta semana se reunirá la sexta. Desde el Consejo Europeo de hace mes y medio, en el que se decidió repartir entre los 28 países a 160.000 refugiados, únicamente se ha realojado a 116 personas. A España llegaron ayer los primeros 19 acogidos, la mayoría eritreos. A este  ritmo, la UE necesitaría 159 años para reubicar a los refugiados que se comprometió a acoger, cuando se calcula que solo en el 2015 entrarán en Europa un millón y tres millones hasta el 2017. Las cifras son aterradoras, pero la actitud de las autoridades europeas aún es peor.

Baste como dramático ejemplo el show montado en Grecia la semana pasada para despedir camino de Luxemburgo a los primeros 30 refugiados reubicados, 21 sirios y 9 iraquís. En el aeropuerto de Atenas había más políticos que refugiados para hacerse los inevitables selfies y pronunciar grandilocuentes discursos vacíos que serían cómicos si no fuesen trágicos. Ni el primer ministro griego, Alexis Tsipras, ni el presidente del Parlamentos Europeo, Martin Schulz, ambos de izquierdas, se ruborizaron ante el grotesco espectáculo. Al contrario, Tsipras habló de «gota en el océano», pero también de «río de responsabilidad compartida», y Schulz de la «buena cara de Europa» y de las «sonrisas de los niños».

Pero, además, al tiempo que se convierte la ridícula acogida en espectáculo, la última cumbre europea ya se ocupó de dar un giro al problema y se pasó de priorizar la reubicación a primar el retorno. Forman parte de esa prima los 3.000 millones de euros prometidos a Turquía para que acepte ser un almacén de refugiados en espera de su devolución a Siria y a otros países de origen.  Y después de años de paralizar las negociaciones de adhesión de Turquía por razones políticas, económicas y demográficas, ahora se abre la mano para reanudar los contactos con los refugiados como prenda.