Pobreza en América del Sur y del Norte

CARLOS ELORDI

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Si las urnas confirman los pronósticos de los sondeos, hoy Lula será reelegido presidente de Brasil. Esas previsiones apuntan también que ello será posible gracias, sobre todo, a los votos de los brasileños menos acomodados. El triunfo de Lula ha sido auspiciado como positivo por el Financial Times, que ha escrito que el mantenimiento de la política macroeconómica que este ha aplicado en los últimos cuatro años es lo mejor que puede ocurrirle a ese gran país. Pero aunque no ha cumplido o, mejor, no ha cumplido del todo, sus promesas electorales, también los brasileños pobres parecen opinar, en sustancia, lo mismo.

Coincidiendo con las elecciones presidenciales brasileñas, dos notas sobre la pobreza en América han aparecido en la prensa del continente. Una, a cargo del director de Clarín, de Buenos Aires:"Según la última medición del Indec, en el primer semestre del año el 31% de la población argentina se encontraba en la pobreza, y el 11%, en la indigencia. Estos niveles son sensiblemente inferiores a los de hace tres años, cuando alcanzaron, respectivamente, el 55% y el 27%, pero implican que 12 millones de personas no tienen los ingresos suficientes para comprar una canasta básica de consumo. (...) Mientras en algunas ciudades la pobreza y la indigencia están en niveles de sociedades desarrolladas, en otros se mantienen muy elevados. En Ushuaia, la pobreza afecta al 5,6% de la población, y en Resistencia, al 56%. En Corrientes, Jujuy, Catamarca y Formosa, la pobreza alcanza a la mitad de los habitantes. Estas diferencias se explican por carencias históricas, por la escasez de recursos productivos o por déficits educacionales. Pero en gran medida se deben a la carencia de políticas adecuadas para desarrollar los recursos existentes o a prácticas corruptas".

El otro apunte corría a cargo de Robert Samuelson en el semanario Newsweek: "En el 2005, la tasa de pobreza en EEUU era del 12,6%, claramente superior al 11,3% del 2000. (...) Pero más importantes que los datos son las tendencias. (...) Los ricos se están llevando una porción creciente del pastel. Los hogares más ricos, el 5% del total, se hicieron con el 22% de los ingresos. En 1990, era el 18,5%. En 1980, el 16,5%. (...) De 1995 al 2005, el crecimiento del número de hispanos en situación de pobreza (794.000) superaba al crecimiento total de la pobreza en EEUU. (...) Bush debe atemperar su entusiasmo por los recortes fiscales a los ricos. (...) Los liberales y otros que apoyan políticas de inmigración laxas deben entender que aumentan la desigualdad".