IDEAS

Paolo Conte, de Asti a BCN

RAMÓN DE ESPAÑA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los que crecimos abducidos por el pop anglosajón somos un poco lentos a la hora de reconocer cierto talento europeo que nada tiene que ver con el rock ni falta que le hace. Que se lo digan a mi buen amigo Ignacio Vidal-Folch -por cierto, acaba de publicar una novela estupenda, Pronto seremos felices, háganme el favor de leerla o, por lo menos, comprarla-, que se tiró años dándome la brasa con lo bueno que era Paolo Conte sin que le hiciera el menor caso. Creía yo, equivocadamente, que con Serge Gainsbourg había cubierto el cupo de artistas meridionales de indudable interés y me resistía a comprar algo de Conte. Cuando por fin me decidí, hace más de 10 años, opté por una recopilación de grandes éxitos y vi que se me abría un mundo: ¡todas las canciones eran buenas! Me lancé a comprar discos de Paolo Conte hasta hacerme con toda su discografía. Me tiré varios meses -para desesperación de visitas y vecinos- con don Paolo inundando con su vozarrón mi apartamento. Y lamentando una cerrazón mental que me había impedido durante años disfrutar de uno de los mejores comentaristas sociales y humanos que ha dado la canción contemporánea, un tipo criado con el jazz pero que no hace jazz, emparentable con el pop pero hasta cierto punto y, en definitiva, un artista único, personal e intransferible que se convirtió en uno de los pilares de la banda sonora de mi existencia, que no es gran cosa, pero aún sería peor sin él de fondo cantando Genova per noi, Azurro o Una giornatta al mare.Con la fe propia del converso, acabé dividiendo a la humanidad entre los fans de Conte -que mañana actúa en el Auditori- y los que no lo son. Entre los primeros, solo he encontrado personas excelentes con sentido del humor y cierta tendencia a la melancolía, mientras que entre los segundos me he topado con mucha gente inmune a la ironía y el humanismo. De todos modos, hasta esos insensibles están a tiempo de redimirse: hagan como yo, cómprense un Greatest hits del vate de Asti y déjense llevar a un mundo mejor.