La clave

La pájara de Jonathan Brownlee

Sorprende que no se hayan oído voces alertando del riesgo que corrió el triatleta

Alistair Brownlee ayuda a su hermano Jonathan a llegar a la meta del triatlon de México después de sufrir un golpe de calor.

Alistair Brownlee ayuda a su hermano Jonathan a llegar a la meta del triatlon de México después de sufrir un golpe de calor. / periodico

JUANCHO DUMALL

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Las imágenes del dramático final del triatlón de Cozumel (México) cuando el británico Jonathan Brownlee sufrió un golpe de calor cerca de la meta, se quedó con la mirada perdida, empezó a dar tumbos y fue ayudado por su hermano Alistair en los últimos metros de la prueba han servido para desatar los elogios por el gesto fraternal y por cómo esos dos atletas elevaban al máximo la condición épica del deporte de esfuerzo. En el otro extremo, en el más prosaico, el final de la carrera provocó la reclamación de la delegación española porque la entrada en meta de Jonathan, empujado por su hermano, lo que se considera no reglamentario, privó del subcampeonato mundial a Fernando Alarza. Los jueces, dicho sea de paso, desestimaron la protesta.

Pero lo que sorprende es que se hayan oído pocas voces sobre el riesgo que corrió el atleta británico en esos cuatrocientos metros finales, donde, deshidratado, pudo sufrir daños irreversibles para su salud. Hasta en el boxeo, un deporte cruel, se para el combate cuando uno de los púgiles se tambalea. En el caso de este triatlon nadie consideró que tal vez lo que tenía que haber hecho Alistair Brownlee por su hermano era que dejara de correr, se tumbara en el suelo y recibiera atención médica urgente. No lo hizo, porque su instinto de atleta en busca de la gloria pudo más que el otro, sin duda más conservador, de velar por la salud de su hermano.

CARRERAS DE MONTAÑA

Lo ocurrido en esa prueba no deja de ser una muestra más de la cada vez más peligrosa inclinación del deporte moderno en busca de los límites de la resistencia humana. Las carreras de montaña, los maratones, los triatlones (también en su versión 'ironman') hacen furor. Atletas de élite y miles de deportistas aficionados se inscriben en esas pruebas durísimas donde se exprimen al máximo. De vez en cuando surgen noticias de un fallecimiento por paro cardiaco, una evacuación en helicóptero, una caída en una cornisa de alta montaña...

Cabe preguntarse si no nos estamos pasando cuando convertimos en espectáculo épico lo que es una pájara descomunal de un triatleta que no ha medido sus fuerzas.