Mariano Rajoy no es la esperanza

CARLOS ELORDI

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Por muchos elogios que le hagan los conversos, por mucha buena voluntad que se ponga,Rajoyno es ninguna esperanza. Y no tanto por sus limitaciones, sino porque la dinámica de la situación económica y social es imparable, o sea, horrible, y nada va a torcerla a corto y a medio plazo. Es muy probable, además, que buena parte de quienes van a votar al PP lo sepan, que no se hagan más ilusiones que las justas.

Por eso la batalla dialéctica en torno a queRajoyoculta sus verdaderas intenciones programáticas tiene poco recorrido. Quienes van a votarle van a hacerlo tanto si precisa su programa como si no lo hace. Y la derecha no tiene la mínima intención de concretar antes de las elecciones lo que hará para salvar a España del desastre. Ni quiere, porque todo lo que propondría sería impopular, ni puede, porque en los dos meses y medio que faltan para que su gobierno tome posesión pueden ocurrir tantas cosas, ninguna buena, que esas propuestas pueden quedar obsoletas, o incluso ridículas, antes de empezar a ser aplicadas.

España está al borde de una nueva recesión, si es que no está ya plenamente inmersa en ella. El paro va a aumentar. Buena parte de la Administración pública, central y autonómica, se encuentra en algo muy similar a la suspensión de pagos. Los ingresos de las haciendas públicas caen sin freno, en parte debido también a que está creciendo el fraude fiscal, y ningún plan de estímulo es posible porque el Estado no tiene un duro y tampoco puede endeudarse. Y por si todo eso fuera poco, se cree que nada va a impedir que Grecia quiebre y parece cada vez más difícil evitar que a Portugal le ocurra lo mismo. Y ahí sí que nuestros bancos, ya aquejados de males muy graves, están pillados.

Lo único que cabe esperar con algo de realismo es que, desdiciéndose de todo lo que ha hecho en sus largos años de oposición,Rajoyse comporte ahora como un gobernante, antes incluso de haber ganado. Y que elija a gente valiosa para su Gabinete. Si es que la encuentra.