La marca Podemos

Cuenta la leyenda nunca desmentida que fue Paul Simonon quien bautizó a The Clash. El legendario grupo punk se formó en mayo de 1976 cuando Mick Jones, Keith Levene y el propio Simonon incorporaron a su banda a Joe Strummer, el espídico guitarrista y cantante de los 101ers, nombre que hacía referencia al grupo formado en la casa okupada del número 101 de Walterton Road. Pues bien, el espigado bajista sugirió el nombre del nuevo grupo cuando vio que en el periódico del día salía varias veces la palabra clash (que se traduciría por conflicto social), un término a la orden del día en el Reino Unido de la crisis del petróleo y una denominación al pelo para un grupo de rock radical y politizado. Todo un hallazgo, porque no hay banda que funcione sin una buena marca que Ilustre las carátulas de los discos.

Uno de los más brillantes inventos de Pablo Iglesias, Íñigo Errejón y Juan Carlos Monedero fue el nombre del partido que los iba a catapultar al estrellato. La marca Podemos bien podría haber salido, como en la Gran Bretaña de los 70, de los titulares de los periódicos. El sí se puede o el empoderamiento ciudadano eran las expresiones de moda en el nuevo lenguaje político surgido de Obama y del 15-M. Ante el desafío de convertir las asambleas en un movimiento político que pudiera entrar en las instituciones, qué mejor que enarbolar un término positivo, en primera persona del plural y alejado de las tradicionales siglas. El sello Podemos nació con fuerza irresistible.

Por eso ahora los líderes de la formación quieren preservar la marca por más que haya acercamientos, confluencias o coaliciones con otras fuerzas de izquierda. Se lo dejó el martes claro Errejón a sus posibles socios catalanes de ICV y Procés Constituent. «Lo que salga se llamará Podemos guion algo».

Clave española

El partido lila quiere ser reconocible en toda España. Nada de sopa de letras en las nacionalidades históricas, ni denominaciones que lleven a confusión. O sea, que ya lo saben Joan Herrera y Teresa Forcades. Se puede llegar a acuerdos, pero la marca es la marca. Porque Iglesias solo hay uno y a ti te encontré en la calle.