El cuerno del cruasán

Los perros, Twitter y Rajoy

El PP quiere mostrar una España de deportes, autobombo, plasma y silencio institucional

JORDI PUNTÍ

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Se ve que los humanos y los perros son las dos únicas especies animales que se miran a los ojos (los perros solo lo hacen con los humanos). Se ve que en la cima del Everest hay conexión de internet. Se ve que la clinomanía es el deseo excesivo de estar todo el día en la cama. Se ve que antes de la bombilla la gente dormía una media de diez horas por noche... Estas anotaciones provienen de una cuenta de Twitter llamada Überfacts. Desde que me metí en eso de Twitter, hay dos cuentas que me tienen fascinado, y diría que son radicalmente distintas. Überfacts es una, y se hace seguir porque da informaciones que son reales, basadas en comprobaciones, manuales, noticias... Sus intereses son muy variados y a menudo el efecto es de sorpresa, revelación o incluso incredulidad. Tras el aire cómico de algunas frases se constata que vivimos desconociendo cómo funciona gran parte del mundo que nos rodea.

La otra cuenta que sigo con interés es la de Mariano Rajoy Brey. Si Überfacts da a conocer verdades ignoradas, el Twitter del presidente del Gobierno me fascina por todo lo contrario: porque casi nunca te informa y además esconde lo que no le interesa (bueno, fascinar quizá sea un verbo excesivo). No sé si el propio Rajoy se toma nunca la molestia de escribir algo; imagino que lo hará algún subalterno, y de hecho casi lo prefiero. La inanidad de todo lo que dice me hace pensar que detrás está una persona que irradia tristeza, una tristeza de jarrón rinconero. Por su inmediatez, Twitter debería ser la primera ventana del presidente del Gobierno, como quien dice abierta en tiempo real, y en cambio a menudo da la impresión de ser una pared de frontón. La otra semana, sin ir más lejos, el día en que se supo la noticia de la enfermera infectada de ébola, el Twitter de Rajoy felicitaba a la selección española femenina de básquet. Tardó tres días en referirse al ébola. Es solo un ejemplo. Su cuenta es la perfecta representación de lo que el PP quiere mostrar en España: deportes, autobombo, plasma y silencio institucional. Ah, y propaganda en lugar de información.