Los corruptores

albert
Sáez

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Pasan los gobiernos y cesan los corruptos pero no se acaba la corrupción. ¿Por qué será? España, Catalunya incluída, vive una ola de frenética actividad judicial contra la corrupción. El mapa se extiende desde Andalucía hasta Asturias y desde Extremadura hasta Baleares. Madrid, las dos Castillas, Catalunya, Aragón y Valencia completan el mapa. Curiosamente, Rajoy sabrá por qué, quedan a salvo el País Vasco y Galicia. Como explicó el domingo el profesor Víctor Lapuente en Salvados, es obvio que el cuento de las manzanas podridas ya no cuela. Hay elementos estructurales en tal acumulación de casos.

Durante años, la antipolítica de UPD y Ciudadanos ha encuadrado el asunto de la corrupción en España como un problema vinculado solo a los partidos políticos. Igual idea han defendido los voceros mediáticos de las empresas tarifadas. Pero ese discurso ha envejecido de repente con el concepto de «casta» difundido por Podemos y el de minorías extractivas acuñado por César Molinas. Han hecho palpable lo evidente: no hay corruptos sin corruptores. Este lunes, por ejemplo, la juez Alaya, que surfea en la legalidad de la casta al más puro estilo Mas, ha imputado a dos presuntos corruptores: el director de FCC-Medio Ambiente y el director de recursos humanos de Cespa, empresa de limpieza vinculada a Ferrovial, ampliamente citada en los sumarios del caso Palau y de la Gürtel. Una vez más, los corruptos pasan y los corruptores permanecen.

Lo más espeluznante del fin de semana fue ver a Paco Marhuenda en La Sexta afirmar que la corrupción se concentra en ayuntamientos y autonomías. Será que el AVE se descentralizó y nadie se enteró. O será que las mismas empresas del AVE son las de las obras públicas municipales y autonómicas.

Síntomas positivos

Algunos síntomas indican que algunos empresarios son conscientes de que la corrupción, tarde o temprano, se les volverá en contra si no aparecen comprometidos en la lucha para erradicarla. Los grandes del Ibex proponen acabar con el fraude fiscal. Bravo. La CEOE ayudaría si lo recomendara en su boletín interno y a su vicepresidente.