Las trampas crean escuela

Nueva protesta del Consejo de Informativos de TVE, quejándose otra vez de las tramposas informaciones que les obligan a practicar. Efectivamente, en el Informe semanal del sábado señalaron como «posiciones extremistas» del día de la Diada, el asalto a la Blanquerna de Madrid, y la quema de la foto del Rey por parte de un joven en Catalunya. Las imágenes de los energúmenos en la Blanquerna fueron convenientemente cortadas para evitar enseñar la extrema violencia que protagonizaron los ultras. La imagen del joven quemando la foto del monarca fue en cambio ofrecida con detalle, sin omitir ninguna escena. Doble trampa, pues, por parte de TVE. La primera, asimilar lo actos violentos de un nutrido grupo de energúmenos entrando por la fuerza en un acto privado, y ponerlo en el mismo plano de importancia y gravedad con el acto de una sola persona quemando a última hora de la tarde una foto. La segunda trampa: omitir, escamotear a la audiencia, la información completa del ataque de los ultras -se cuidaron mucho de cortar las imágenes del lanzamiento de bombas de gas tóxico-, y en cambio ofrecieron con escrupulosa meticulosidad la reprobable acción de un solo individuo en una jornada en la que se habían manifestado pacíficamente más de un millón.

Estas descaradas manipulaciones TVE las combina con acciones más sutiles pero igualmente tramposas. Están creando un verdadera escuela. Por ejemplo, el programa Sincronizados, que se acaban de inventar.  La primera entrega ha sido sobre Medicina y cirugía.  ¡Ah! Cabía pensar que quizá TVE-1, en un rapto de honestidad informativa, iba a hablarnos de los intolerables recortes en Sanidad o de los intentos de privatización de hospitales públicos. Pero no va de eso. Se trata de un viaje planetario para enseñarnos lo bien que se ganan la vida algunos españoles. Entre otras criaturas fabulosas nos han enseñado a una neuróloga española que está en Cleveland, que gana mucho dinero, y que vive en una mansión mejor que el Undargarin's Palacete. Hombre, es evidente lo que pretenden: que nos creamos que aquello de «la movilidad exterior» de la ministra Bañez es efectivamente una panacea. Y de paso nos persuaden de lo bien que funciona la sanidad privada en Estados Unidos. Para que nos vayamos familiarizando con la idea. ¡Ahh! Esto no son programas de tele. Son lavados de cerebro. Pero se les ve el plumero.