Pequeño observatorio

Las canciones que nunca más volverán

Es difícil recuperar aquellos temas donde discretas cuerdas hacían de cojín a una sola voz

El cantante belga Jacques Brel.

El cantante belga Jacques Brel.

Josep Maria Espinàs

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Yo era bastante joven cuando algunos días, después de cenar, iba a encontrarme con un amigo en un bar del Eixample. Yo era poco bebedor, pero pedía un cóctel discreto al barman, y me hacía gracia lo que me decía cuando me ofrecía la copa. Con un punto de solemnidad me preguntaba: «¿Está de su criterio?».A veces ponía en el tocadiscos –¡qué tiempos!– alguna canción francesa. Lo he recordado ahora que Joan de Sagarra ha escrito sobre la figura y la vida singular de la cantante que se hacía llamar Barbara. Yo ignoraba sus apellidos, pero Sagarra cita Monique y Serf. Y me parece notable porque este «serf» significa, si no me equivoco, «sirviente, esclavo». Barbara, en cambio, tuvo una vida muy libre. Aunque fuera muy castigada.

Me parece que era Barbara quien cantaba la canción 'Nantes', aquella espléndida canción que traduzco improvisadamente del francés: «Llueve sobre Nantes, dame la mano, el cielo de Nantes entristece mi corazón, dame la mano...». Una canción angustiosa. Su padre la había violado repetidamente cuando ella era una niña.

Sagarra sugiere algunas interpretaciones. La barbarie destructiva de los nazis y también, quizá, la dureza del padre que había muerto sin un «adiós», sin un «te quiero».  Aquella canción hacía latir los sentimientos más profundos.

Comparto con Sagarra la admiración y la sorpresa seductora de la aparición de Charles Trenet, el padre pacífico de la canción francesa. Porque pronto se presentaron como innovadores de la canción BrassensLeo FerréBrelYves Montand... A veces sonaban en ese mi bar. Ne me quitte pas (no me abandones...). «Dime cuando volverás». Es difícil recuperar la memoria de aquellas canciones, aquel tiempo. Canciones que no eran explosivas. Discretas cuerdas hacían de cojín a una sola voz.

Aquella frase dicha con una tristeza tierna. «Dime cuando volverás». El tiempo es un pasado que no se recupera, el tiempo es una canción que se pierde en el aire. 

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