Hacienda sí funciona en Catalunya

Tendemos a criticar el mal funcionamiento de la administración periférica del Estado. Las generalizaciones siempre son imprecisas. La recaudación de la Agencia Tributaria en la lucha contra el fraude fiscal creció el año pasado un 24% en Catalunya. Las inspecciones se han concentrado tanto en las grandes fortunas como en sociedades y actividades profesionales, pero también  en sectores donde habitualmente se multiplica la economía sumergida. Recordemos las macrooperaciones en Mercabarna o en el ocio nocturno. Todos los frentes son necesarios para incrementar la recaudación en un momento en el que el déficit público obliga a recortar prestaciones y en el que crecen las desigualdades porque algunos no contribuyen lo que les corresponde a la redistribución fiscal. La determinación de Hacienda para disminuir progresivamente ese 25% de fraude que se calcula que hay en España parece finalmente firme tras episodios tormentosos como el de la amnistía fiscal promovida por el ministro Montoro en la legislatura anterior.

Estos éxitos de Hacienda no serán efectivos si no van acompañados de una mayor concienciación del conjunto de la sociedad para disminuir la tolerancia con las actividades al margen de la legalidad fiscal, que se puede discutir pero que siempre se debe cumplir. En este sentido, es reconfortante el aumento de un 39% de las denuncias. Es evidente que la contundencia con los grandes defraudadores tiene un efecto dominó.