El gordo de Max Factor

Se llama Lewis. Pero la audiencia televisiva que va colgando  comentarios en la red le ha bautizado como  El gordo de Max Factor. Es un notable maquillador que trabaja para esta empresa de cosméticos y protagoniza su publicidad. Su aspecto es pintoresco. Sin duda, simpático. El problema es que lo incrustan a la brava, sin miramientos ni manías de ninguna clase, en las tramas de El Príncipe (T-5) y de Velvet (A-3). El resultado es impactante -que es lo que buscan- pero es también muy cafre. La madrugada de ayer estábamos viendo El Principe en casa. Aparece la protagonista, Fátima, paseando por una calle. De pronto sale de una esquina El gordo de Max Factor disfrazado de árabe. Se lleva a Fátima a su casa -a la casa de Fátima- y allí, en mitad de la sala de estar, aparece un estand de esta firma de productos de belleza, y le da una clase de cómo ponerse un maravilloso tarro de crema face-finity, que por lo visto es la pera. El lunes, viendo Velvet (A-3), ocurrió lo mismo con la actriz que interpreta a la costurera Clara. En esta ocasión, el producto publicitado era un rímel mágico. Te lo pones y te deja las pestañas como las de Cleopatra. Hombre, ya sabemos que en las cadenas privadas también hay  hambre. Tienen que pescar publicidad cómo sea. Pero incrustar en las tramas, entre los protagonistas y los mismos decorados, al Gordo de Maxfactor como si fuera uno más del reparto, es una salvajada. No es Lewis el reponsable de este disparate. Es un problema de las cadenas y las marcas. Y es una falta de respeto para la audiencia y para los autores de las teleseries tan bárbaramente acribilladas. No vale decir que por arriba de la pantalla ya aparecen unas letras pequeñitas que pone Telepromoción. Es como si en la película Mogambo de pronto apareciese Míster Proper junto a Ava Gardner, y se pusieran los dos a limpiar elefantes con el producto de marras. Se conculca la Ley de la Propiedad Intelectual, la Sociedad de Autores y los derechos del espectador.

INSPECTORA LEBREL.- No se merece Los misterios de Laura (TVE-1) las exiguas audiencias que cosecha. Además de la estupenda interpretación -con María Pujalte a la cabeza del reparto-, los casos son una delicia de ingenio Esta semana han matado a una periodista (Alicia Borrachero). La inspectora Lebrel resuelve el misterioso caso con su habitual talento, y siempre con el suave punto naíf argumental. Es una serie injustamente tratada por la audiencia.