La frustración de las cuentas del Fòrum

Todo parece indicar que las múltiples irregularidades desveladas, 10 años después, por la Sindicatura de Comptes en la contabilidad del Fòrum de les Cultures van a quedar impunes. El propio órgano fiscalizador admite su incapacidad para soportar con documentación concreta las anomalías detectadas y, por ello, la imposibilidad de presentarlas ante alguna instancia por si procedía alguna investigación de mayor profundidad.

Las conclusiones del informe de la Sindicatura sobre las cuentas del Fòrum enumeraban una larga lista de tropelías: selección de patrocinadores, adjudicaciones sin concurso, ausencia de auditorías, sobresueldos por objetivos no cumplidos, pagos por actos fantasma, cobro de dietas por reuniones inexistentes y gratificaciones sin justificar. Todo ello, además de errores de planificación, ayudó a que el coste previsto de 215 millones se disparara hasta 240 millones.

Sostiene la Sindicatura que la sociedad Fòrum Universal de les Cultures Barcelona 2014, en fase de liquidación, no le ha facilitado información contable, registro de contratos ni nombres de interlocutores. O sea, que hubo errores y trampas pero una década después no se pueden demostrar. Ahora no estaría de más que el Parlament reclamara y diera a conocer los nombres que figuran en un anexo del informe. Aunque solo fuera para combatir la frustración colectiva que genera una investigación cuyas conclusiones han llegado tarde y mal.