Financiando al Opus

El Tribunal Supremo ha fallado en contra de que las escuelas que separan a los alumnos según el sexo reciban financiación pública. En Catalunya, a pesar de los recortes en la enseñanza, la Generalitat mantiene el concierto con una quincena de centros que segregan a los niños de las niñas, la mayoría ligados al Opus Dei. A pesar de que dichas escuelas niegan practicar una enseñanza discriminatoria y esgrimen discutibles beneficios pedagógicos, es evidente que esos colegios funcionan como centros de reclutamiento de numerarios de la orden. Y ahí, en ese microcosmos de la religión lucrativa, la libertad personal se diluye, la pobreza queda al servicio de la opulencia y las mujeres, al de los hombres. Las numerarias auxiliares son criadas al servicio de los miembros pudientes. Mujeres sin derecho a las propiedades ni a la vida propia. Criadas eficientes, mudas y explotadas. Por si quedan dudas, basta recordar las consignas del fundador del Opus Dei,Josemaría Escrivá, sobre las mujeres: «Si queréis entregaros a Dios en el mundo, antes que sabios -ellas no hace falta que sean sabias: basta que sean discretas- habéis de ser espirituales». Naturalmente, las familias son libres de escoger la educación que quieren para sus hijos. Lo inaceptable es que el dinero de todos financie la perpetuación del sectarismo, de los privilegios de un puñado de fundamentalistas y del machismo a ultranza.