Expolios y paradojas

Periódicamente se oyen malévolas críticas políticas respecto a la parcialidad de TV-3. Una paradoja es una figura retórica que envuelve una contradicción. En el libro 'Sublevados', aparecido hace un año, Oriol Junqueras señaló: «A veces se comete el error de actuar como una televisión más gubernamental -de partido- que pública -de país-. Hay muchos ciudadanos de Catalunya que tienen la sensación de que los que mandan en nuestra televisión pública actúan de la misma manera que lo hacen los que mandan en la televisión pública española, de Andalucía o de Valencia. Tendríamos que evitar hacer este tipo de cosas. La televisión pública tendría que ser pública, debería estar al servicio de todos y esto desgraciadamente no pasa en Catalunya».

No veo TV-3, pero seguro que Junqueras, ahora que manda, habrá tomado un par de decisiones para acabar con la parcialidad de nuestra televisión pública. Igual la reunión secreta con Sánchez (que tan poco ha gustado a Puigdemont) ha sido para proponerle un programa en 'la nostra'. Las ideas pueden ser muy variadas: 'Abstenció a primera vista', 'Votes i films' o 'El gran tic-tac'…

Vamos a por alguna paradoja matemática. Mi admirado Joan Tardà dijo el otro día en el debate de investidura de Pedro Sánchez: «Los catalanes padecemos un expolio fiscal aberrante, de 13.000 a 16.000 millones cada año, que pagamos y que no vuelven». Estaremos todos de acuerdo en que los 16.000 millones equivalen a un aberrante 8 % del PIB.

Hay que recordar que el presidente del Veneto calcula el suyo en el 12%, el de Lombardía en el 11,5 %, la Tax Foundation el de New Jersey en el 7,6%, la Universidad de Lovaina calcula el de Flandes en el 7,5% y la Universidad de Alberta el del estado de Alberta en el 7,5%.

LA CONTABILIDAD GLOBAL

Como el amigo Tardà ha vuelto sobre el tema, la cuestión es si tendríamos disponibles en una Generalitat independiente de 13.000 a 16.000 millones. Respuesta de Andreu Mas-Colell al periodista Antoni Bassas: «Yo no creo que el tema de la independencia deba plantearse en función de intereses económicos muy inmediatos (…) Haciendo una contabilidad global como hemos hecho en uno de los anexos a los últimos presupuestos, Catalunya estaría en superávit. Con los impuestos que actualmente pagamos podemos cubrir el coste de todos los servicios públicos que recibimos y aún quedaría un pequeño excedente». Si se mira la contabilidad global, se ve que ese excedente seria de 2.405 millones, no de 16.000.

Una cosa es el déficit fiscal que, por ejemplo, considera que las embajadas nos saldrían gratis, y otra cosa es el dinero de más que tendría la futura República Catalana. Mas-Colell ha dicho que votaría 'sí' a la independencia. Pero el suyo sería un sí realista y sin 'paradojas'.