No estaba muerto, estaba de parranda

Mariano Rajoy volverá a ser el presidente del Gobierno con el apoyo de Ciudadanos y la abstención del PSOE. Si no es así se repetirán las elecciones, pero con esta progresión a la tercera Rajoy es capaz de ganar por mayoría absoluta. Me puedo equivocar, claro, como las encuestas, que también se han equivocado estrepitosamente, ¡menudo fiasco!

Rajoy no estaba muerto, estaba de parranda. Solo ha tenido que salir de la Moncloa para irse al pueblo y hundir la demoscopia, con la inestimable ayuda de Podemos. Rajoy ha ganado y ha mejorado resultados en toda España, incluso en Andalucía -¡ay Susana Díaz!-. Ni regeneración democrática -¡ay Valencia!-, ni cambio, ni sonrisas. Los votantes se han quedado con la memoria reciente de la etapa en funciones y se han olvidado de los últimos cuatro años de Gobierno del PP. Como ya les castigaron hace seis meses, el voto de castigo estaba esta vez descontado. No es de extrañar que se cantara en Génova ¿Cómo no te voy a querer? El problema es que solo le quieren los suyos. Tendrá que trabajarse otras relaciones y cuesta mucho salir a ligar. Cuando no se tiene costumbre ni necesidad se pierde la práctica.

Unidos Podemos ha perdido un millón de votos, se había advertido que en política dos y dos no siempre son cuatro, pero ni siquiera el CIS lo tuvo en cuenta, y ahora incluso les culpan del fracaso de los sondeos. Solo salvan la papeleta en Catalunya y en Euskadi. El dato es interesante, porque en Euskadi habrá elecciones en breve y en Catalunya... Bueno, Catalunya siempre está a tiempo de adelantar sus elecciones; que no se pierda la confianza, que es lo único que nos queda.

Pedro Sánchez ha empeorado el peor resultado de su historia, pero a Susana Díaz le ha ido peor y ya han empezado los reproches. Mayor disgusto ha tenido Albert Rivera, que ha pinchado, aunque se mantenga como socio preferente. Las presiones serán de órdago. Con este panorama, preparémonos para una legislatura que será corta, así que #disfrutenlovotado.