Espanto

Pues sí, van llegando los efectos de imprimir dólares y euros para todos, lo que ya se hizo con los yenes hace décadas, para llegar hasta donde no pocos analistas serios, que los hay, advirtieron de que sus efectos eran solo a corto plazo si la crisis de una determinada economía local requería estímulos adicionales para sacarla de su recesión. La receta era y es posible, salvo que se aplique sin conocer que el el cuerpo del enfermo haya mutado y sea resistente a inyecciones que antaño fueron salvíficas. Ya no le hacen efecto. 

No hay que exagerar. Las bolsas anticipan los cambios, pero se equivocan tanto como los gobiernos, el FMI, la OCDE, la UE y 'tutti quanti' cuando se anticipan a lo que va ocurrir, con la falsa determinación de que sus cálculos son científicos. Lo grave, ante los movimientos bajistas de ayer, es que la tendencia bajista esté provocada por los especuladores de siempre, asistidos por los ordenadores más sofisticados del universo, y solo para obtener unos dólares diarios de beneficio. Eso es lo que espanta más que ver a gente que emigra o no puede comer. Porque son los especuladores del futuro los que ayer hacían caer las bolsas.