Duda razonable

Cuatro días y habremos sobrevivido al segundo asalto de campaña electoral del año, aunque mucho me temo que el fuego se avivará mucho más hasta las generales. El sábado, ellos se silenciarán, y el domingo, nosotros hablaremos en forma de voto, confiados en ese nuevo construir lejos de las manos que se lo llevan crudo y las bocas que sueltan promesas incumplidas al viento. ¿Alguien gobierna estos días para la ciudadanía y no para el votante? Siento cierta nostalgia por dejar de sentirme carne de cañón, en busca de mi voto con desacertadas muestras de la desesperación de quien puede perder más. Premiar a las mujeres que son madres con un aumento de sus pensiones, según su número de hijos, cuando todo apunta a que el fondo de reserva para pagar las pensiones se habrá agotado entre 2020 y 2028. Son los cálculos de la consultora Tower Watson. Esa horquilla depende del índice de paro, pues de seguir al 24%, en cinco años nuestro sistema habría llegado al límite para sostenerse.

Aunque los expertos no acierten con la fecha, dan en el clavo cuando dicen que a las pensiones les quedan pocos telediarios si no modificamos su sistema o llevamos a puerto de montaña a nuestra economía. ¿Sirve de algo prometernos 30 euros más al mes a las madres para nuestra jubilación? Pensarán que fomentar nuestra ilusión tan famélica en los últimos cuatro años vale un voto. ¿Sirve de algo colgar la bandera del arcoíris en el consistorio valenciano por primer año el pasado domingo por ser el día contra la LGTB fobia? Algunas sonrisas de deleite aseguradas, pero me temo que pocos votantes habrán conseguido con ello para el PP; el mismo que mete en el saco de «familias con problemas diversos» a familias de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales.

Como 'Juego de tronos'

Un instrumento más para el voto desesperado, falto de la dignidad suficiente como para que no les importe hacer el ridículo o ser descubiertos en su intento. Quizá sea cierto que estamos viviendo un auténtico 'Juego de tronos' donde los siete reinos/partidos; Ciudadanos, Podemos, IU, PP, PSOE, UPyD y los partidos locales sacan sus mejores o peores armas para conquistar o reconquistar la tierra. Todos luchan para ganar, para hacerse con el control y cambiar el maltrecho statu quo, tan necesitado de ITV.

La duda razonable está en nuestro campo: ¿A quién votar? ¿Voto estratégico, ideológico, romántico o en blanco? El segundo 'round' acaba y debemos decidir a conciencia nuestro futuro, sabiendo que las mayorías absolutas reinarán poco y en las alianzas previsibles o experimentales pasarán la mayoría de los nuevos Gobiernos. Si la participación es alta, habremos recuperado la confianza en nuestra democracia, si es baja ... apenas habrá cambiado nada.