Dos tazas de Rajoy

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ALBERT SÁEZ

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La política tiene una base matemática pero es mucho más compleja. Por eso, sumas dos y dos y el resultado es tres, contra los cinco que esperaba el laboratorio podemista. La nueva política de izquierda apeló al habitual supremacismo progresista y creyó que las elecciones del 20-J las iba a ganar sin bajar del autobús del 20-D. Y el bofetón ha sido monumental por mucho que sus palmeros mediáticos -que ya empiezan a tenerlos-  inventen teorías de tres al cuarto y apelen a la campaña del miedo del PP, el efecto 'brexit' o la inmoralidad de los votantes españoles. Si tienes la oportunidad de gobernar y no la aprovechas, es posible que no te la vuelvan a dar. Por eso Rajoy forzó la legalidad para hacer ver que no podía gobernar. Pablo Iglesias dejó pasar un tren y sus votantes se quedaron en casa.

Sería interesante no repetir ahora esos errores de cálculo y de análisis. Las posibilidades matemáticas de constituir un gobierno alternativo al del PP no tienen traslación política. Las dificultades para reunir en torno a un mismo programa a PSOE, Podemos, Ciudadanos, los independentistas catalanes y vascos es inviable a todas luces. Para el PSOE y para Ciudadanos hay solo dos alternativas: o dejar gobernar al partido que ha ganado o forzar unas terceras elecciones. Vistos los resultados que les han dado las segundas, deben reflexionar. Y mucho. Lo menos traumático es dejar en evidencia día tras día la soledad y la vulnerabilidad de la mayoría del PP que, aunque quiera pasar por nuevo rico, vivirá los próximos años en el precariado al que ha condenado a millones de ciudadanos.

Rajoy no empezó la nueva etapa con buen pie. En un discurso inconsistente se limitó a sacar pecho partidista. En primer lugar debe recordar que las urnas castigan los errores pero no indultan a los delincuentes. En segundo lugar debería practicar para con los votantes del PSOE y de Ciudadanos el mismo respeto que exige. Las urnas le han dado una segunda oportunidad pero no un cheque en blanco. Tendremos, pues, dos tazas del Rajoy que no queríamos pero medio vacías. Alguien las debe completar y poner las condiciones.