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Doctor Riquer

XAVIER BRU DE SALA

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Entre tantos miles de doctores en Humanidades como ha producido nuestra universidad, tal vez solo dos habrán pasado a la historia con el título académico antepuesto a su apellido. El doctor Riba, traspasado hace más de medio siglo, y el doctor Riquer, que nos acaba de dejar. El uso sistemático de doctor es un homenaje, un reconocimiento unánime a la grandeza de la obra y la eminencia de la maestría.

Doctor Riba. Doctor Riquer. Los lectores que no conocen la universidad quizá no acaban de captar estas sutilezas. Pues a leer sus libros. Cuando haya ocasión, que la habrá, hablaremos de los de Riba (que de todas formas se relacionan con un simple clic en internet). Ahora, sin embargo, quisiera hacer hincapié en las tres obras máximas de Martí de Riquer (es decir, del doctor Riquer). Fue sobre todo, según los anales, un erudito, un enorme, un muy sensible y entusiasta historiador de la literatura. Pero aún más, por encima de todo, en mi opinión, se trata de un escritor de primer orden.

Para comprobarlo, lo mejor de todo es, una vez leídos su Tirant y su Quijote, empezar por las Quinze generacions d'una família catalana, que sería un best-seller en cualquier país medianamente culto (si es que hay alguno).

A continuación, los primeros volúmenes de la Història de la literatura catalana, escritos por él de arriba a abajo. Trabajo de titanes, si los titanes tuvieran el exquisito buen gusto del doctor Riquer. Last but not least (en último lugar pero no menos importante), las partes escritas por él de la Historia de la literatura universal, dirigida por el profesor Valverde.

Quien pille la fiebre Riquer, del doctor Riquer, como todos los que lo hemos leído o tratado, puede añadir los volúmenes de Los trovadores. Allí encontraremos, acumulada y transmitida, toda la sabiduría poética y el pulso vital de los muy civilizados provenzales, en mala hora exterminados, con la excusa de una herejía, por el Papa y los franceses.

Si nos dejamos guiar, o mejor dicho, iluminar, por el doctor Riquer, descubriremos otra dimensión, aún más enriquecedora, de la literatura.