LA CLAVE

¿Dividir suma en Catalunya?

Si al final votan los catalanes contrarios a la secesión, la lectura plebiscitaria del 27-S dibujará una Catalunya partida en dos

ENRIC HERNÀNDEZ

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A la pregunta que encabeza este artículo deberían dar respuesta la totalidad de los partidos catalanes, sean soberanistasfederalistasautonomistas mediopensionistas. Vayamos por partes.

Las refriegas entre Convergència y Unió, particularmente agrias a la hora de confeccionar las listas electorales, son todo un clásico de la política catalana, tanto como la miseria partidista que impide acordar una ley electoral propia. El último --o penúltimo-- incendio en la federación lo han desencadenado algunos alcaldes convergentes, al cuestionar la alianza con Josep Antoni Duran Lleida y su propia candidatura al Congreso, y lo han atizado los democristianos con su airada respuesta. Nada une más a Unió que la hostilidad de sus aliados.

En CDC no faltan partidarios de forzar la ruptura con Duran --presumen que Unió dará la espalda a su líder-- para disipar dudas sobre la apuesta independentista de Artur Mas. Ahora que todas las encuestas presagian un nuevo derrumbe electoral de CiU el próximo 27-S, ¿está convencida Convergència de que dividir suma? Porque, de consumarse la ruptura en vísperas electorales, incluso la pírrica víctoria que le auguran los sondeos podría peligrar.

De los efectos de la división algo sabe el PSC, partido casi plenipotenciario en Catalunya mientras supo preservar su imperfecta unidad catalanista,  y ahora casi desahuciado por permitir, arrastrado por el proceso soberanista que lidera Mas, que aflorasen sus diferencias internas.

Pese a haber gozado de un respaldo institucional y un eco mediático envidiables, el soberanismo presenta síntomas de fatiga. La suma de los partidos que lo encarnan retrocede en los estudios de opinión, que ya auguran el triunfo del 'no' en un eventual referéndum independentista. Esta inflexión no se explica solo por la desunión de las fuerzas soberanistas. Hay algo más.

La lectura plebiscitaria

Tres años de 'procés', la exhibición del 9-N y el adelanto electoral han despertado a los catalanes contrarios a la secesión, otrora camufados bajo el epígrafe de indecisos. Si al final votan, la lectura plebiscitaria del 27-S dibujará una Catalunya partida en dos. ¿Dividir suma?