El debate sobre el derecho a decidir

Demócratas, pero no tontos

La abstención del PSC en las votaciones del Parlament sobre la consulta la convertirá en imposible

Demócratas, pero no tontos_MEDIA_1

Demócratas, pero no tontos_MEDIA_1

JOAQUIM COLL

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El anuncio efectuado porPere Navarrodurante la sesión de investidura deArtur Masen el sentido de que el PSC se abstendrá de forma sistemática en todas las votaciones sobre la celebración de una consulta sorprendió a casi todos, incluyendo a los sectores críticos de su partido. Disgustó con igual intensidad al candidato a ser reelegidopresident,que la calificó de tibia y cómoda, y al líder de Ciutadans,Albert Rivera,que afeó aNavarrono defender el Estado de derecho. Y fuera del hemiciclo ha sido objeto de valoraciones dispares. Mientras los medios soberanistas han subrayado que la abstención es contradictoria con el apoyo teórico de los socialistas catalanes al derecho a decidir, el diarioEl Mundohizo un análisis contrario y tituló, en portada:El PSC allana el camino de Mas y ERC hacia la independencia.En resumen, la abstención deNavarroha recibido fuertes varapalos de unos y de otros.

No hay duda de que paraMases un problema no poder contar con el PSC en ningún caso, incluso cuando la propuesta de hacer una consulta sea formulada de entrada en términos legalmente correctos, aunque con la sola intención, claro está, de levantar acta del rechazo de Madrid a la autodeterminación catalana. Se trata de justificar ante la comunidad internacional la posterior decisión del Parlament para escribir su propia legalidad al margen de la española. Recordemos que en el pacto firmado por CiU y ERC se habla de una primera etapa donde se agotan los cauces del marco constitucional. Paralelamente, la Generalitat asume competencias que no figuran en el Estatut con el objetivo de crear estructuras de Estado. Culminada esa fase, una ley catalanaad hocda paso a la celebración de una consulta, prevista para el 2014.

Por eso la posición deNavarro, en medio de un escenario de choque de trenes o barcos, es todo menos ambigua. ¿Se trata de un desliz o de una pataleta, como algunos han querido ver? Pienso que no. Me parece una estrategia con la que evita adherirse involuntariamente a la hoja de ruta de los independentistas, y que solo fortalecería el posterior golpe contra el Estado de derecho que estos se disponen a perpetrar. La abstención evita que sumen los dos tercios del Parlament. Equivale a decir que los federalistas son demócratas, pero no tontos.

Otros, en cambio, creen que el PSC se sitúa en tierra de nadie. Incluso hay quien ha comparado aNavarroconAleksander Kerenski,el líder liberal de izquierdas cuya debilidad política, antes de la toma del poder por los bolcheviques en octubre de 1917, resultó clave para la victoria del comunismo.Kerenskipropició unas reformas que se le escaparon de las manos, fue un hombre puente con las aspiraciones de los revolucionarios y acabó en el exilio. Según este paralelismo, la neutralidad deNavarrosería una poderosa ventaja paraMas,pues dejaría aislados a PP y Ciutadans como únicas fuerzas contra el separatismo. El unionismo político y mediático reprocha duramente al PSC que no se sume ya a su frente. También la dirección del PSOE ve con desagrado la abstención, pues todo sería más sencillo si los socialistas catalanes actuaran como el PSE cuando elplan Ibarretxe, otro ejemplo al que se recurre mucho estos días.

Aunque nos fascinen todos esos paralelismos, el caso catalán pone encima de la mesa otra realidad: en España se ha abierto una crisis de Estado, que evidentemente no existía cuando el lendakari inició la andadura de su plan en el 2001. Catalunya es el epicentro de una crisis que no solo es socioeconómica, sino política e institucional. España vive su peor momento en muchas décadas. El pacto constitucional de 1978 está muy deteriorado. Una crisis de legitimidad recorre todas las instituciones, desde la Monarquía hasta la judicatura. En Catalunya se condensan todas las contradicciones (sociales, territoriales e identitarias) del momento. Pese a la gravedad de la situación, el paralelismo con la Rusia revolucionaria tampoco sirve: España es una democracia integrada en Europa y nadie en la UE apoyaría una declaración unilateral de independencia.

Por eso creo que la abstención deNavarro, que necesita ser mejor explicada, es pertinente y sirve para marcar distancias entre la estrategia rupturista y la respuesta inmovilista. Es cierto que en un escenario de confrontación solo existe una legitimidad: la que emana de la Constitución y el Estatut. Por tanto, ante el intento de convocar una consulta ilegal solo cabe su paralización. Pero es igualmente cierto que eso no soluciona el problema, nos sitúa en un escenario peor. El problema únicamente puede encarrilarse abriendo un nuevo periodo constituyente para renegociarlo todo, en un sentido federal e incorporando también el derecho a irse. La abstención en estos momentos no equivale a ambigüedad, sino que señala otro camino. Historiador.