Un debate técnico sobre el tranvía

La apuesta por una red de tranvías afecta, más allá de la movilidad, a muchos aspectos de la vida del ciudadano

La unión del tranvía_MEDIA_1

La unión del tranvía_MEDIA_1

MÍRIAM VILLARES

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El tranvía, el debate abierto y variado que provoca este medio de transporte, centró recientemente en la Escuela d’Enginyers de Camins de Barcelona – y organizado por el Institut de Sostenibilitat de la UPC– la conferencia 'Tramvia i ciutat'. Naturalmente una representación de los agentes sociales y económicos  barceloneses acudió a esa cita y, por supuesto, el ayuntamiento. No faltaron delegados de las grandes empresas públicas y privadas del sector, los representantes vecinales  y otras asociaciones relacionadas con la salud y la calidad de vida ciudadana. Hubo desde el primer día una buena consonancia en cuanto a las estrategias, planes municipales, puesto que la cuestión es ciertamente poliédrica. La experiencia de ciudades europeas y del mundo que cuentan con una red de tranvías estuvo sobre la mesa como puntos de referencia.

En cada caso se plasmaron  distintas visiones y sobre las diferentes interpretaciones, desde las más holísticas, hasta las superespecializadas. El tranvía concentra numerosos debates en torno a muy distintos puntos de vista: tecnócrata, científico, administrativo, financiero y, por supuesto, el social. El reto era dar a conocer todas las caras de la cuestión y de la solución.

LO TÉCNICO, LO SOCIAL

Lo notable fue también que el encuentro se desarrollara en el ámbito  de una escuela técnica y de una universidad politécnica donde se desarrollaron aspectos más allá de los técnicos que se encuentran detrás de un medio de transporte como el tranvía: sociales, calidad ambiental, salud pública, bienestar del usuario y vecinos, siempre desde la necesidad de una movilidad sostenible.

Por otro lado, el encuentro constituyó una escenificación inmejorable del vínculo que debe existir entre universidad y sociedad en aspectos que influyen de forma tan manifiesta en la vida cotidiana del ciudadano como es el transporte. No hay que olvidar que las transformaciones previstas para la ciudad de Barcelona necesitarán un diálogo continuo y a muchas bandas. En ese sentido, el encuentro fue un laboratorio vivo en el que se trató de lo que se ha de desplegar en el futuro. Todo ello con el valor añadido de hacerlo cerca de nuestros alumnos y de que todos ellos vieran que  más allá de los contenidos y las enseñanzas técnicas, el resto también existe. 

Finalmente, me gustaría hacer destacar la coincidencia de la conferencia y el Día Internacional de la Mujer. Resultó que en la sala de actos de la Escuela de Caminos, a lo largo de la mañana de aquel día 8, en todas las sesiones del diálogo tranvía-ciudad había la presencia de alguna mujer. Algunas, las menos, en la cúspide –la alcaldía de la ciudad o la gerencia de una gran empresa zaragozana–. Las otras, más en la base, como profesoras de esta universidad. Esperemos que un futuro con muchas más estudiantes y técnicas sea el que proponga y consiga una ciudad y una movilidad más sostenible en la que el tranvía ha de jugar un papel fundamental.