Danesa

Se acaba de publicar un análisis muy detallado de los restos de una joven de entre 16 y 18 años localizada en una tumba danesa. Corresponde a alguien de clase alta que vivió hace 3.500 años. Los resultados nos hablan de las costumbres de la época. Uno de los detalles interesantes es que el trabajo se ha llevado a cabo, por una vez, sin utilizar las técnicas del ADN.

El hallazgo se hizo en 1921 en la parte central de la actual Dinamarca. Los restos estaban cubiertos por vestidos de lana muy bien conservados y por varios ornamentos. La humedad del lugar y el hecho de que la tumba se haya expuesto en un museo durante muchos años pueden haber sido las causas de que no haya restos de huesos y que no haya sido posible extraer ADN de suficiente calidad. Los investigadores han utilizado una aproximación química analizando la proporción de diferentes isótopos de estroncio en las muestras. Este elemento lo incorporamos a través de la comida y, como esta proporción varía de un lugar a otro del mundo, su medida nos puede indicar dónde se hallaba la persona en diferentes periodos de su vida.

Del análisis de muestras de dientes y cabellos se ha podido deducir dónde vivió la joven en sus primeros años de vida y dónde había estado en los dos o tres años previos a su muerte. También se han analizado los vestidos que llevaba, una camisa y una falda de lana de calidad. Los resultados indican que la chica había viajado mucho y a una distancia relativamente grande justo antes de su muerte. Es posible que hubiese visitado otros lugares de Escandinavia y podría ser que proceda de la Selva Negra, en el sur de la actual Alemania, un lugar entonces de gran actividad comercial. La conclusión de este estudio es que hace más de 3.000 años la gente de posiciones elevadas hacía largos viajes y se vestía con productos que importaban desde gran distancia. Esto podría servir para afirmar su posición social. No es nada demasiado diferente de lo que hacemos actualmente.