Colau 'superstar'

Con frecuencia se establece un paralelismo entre las alcaldesas de Madrid y de Barcelona. Dos mujeres de izquierdas, con historial en los movimientos sociales, llegadas a la política desde fuera de los esquemas partidistas tradicionales, enfrentadas a determinadas estructuras de poder y con dominio de los gestos. Pero allí acaban las similitudes, porque, a diferencia de Manuela Carmena, Ada Colau ha llegado a la política no solo como cabeza de cartel para el ayuntamiento sino para levantar un proyecto propio. Por más que ella insista en que su compromiso es con la ciudad de Barcelona y que no piensa en dar el salto a otras esferas, lo cierto es que sus últimos movimientos responden a un deseo de dominar más casillas en el tablero catalán.

Así, asistió a la manifestación de la Diada, inequívocamente independentista, aunque manteniendo sus discrepancias con la hoja de ruta soberanista que impulsa Junts pel Sí. Paralelamente, sus afines, los llamados comunes, iniciaban maniobras de acercamiento a Esquerra y la CUP, lo que ponía de los nervios al presidente Puigdemont y a los exconvergentes ante el temor a un nuevo tripartito de izquierdas. Y ahora, para cerrar el círculo, marca su perfil más social atacando a los Mossos y a la Generalitat por los últimos desahucios en Barcelona.

Los dos flancos

En una semana, Colau se ha fortificado por el flanco nacional frente a quienes la tachaban de poner piedras en el camino del procés. Y también por el costado social contra quienes le reprochaban haber olvidado el ideario radical de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca.

La salida de ayer, con un desahucio de una familia con niños todavía en caliente, le sirvió para matar tres pájaros de un tiro. Culpó de la situación a la política del PP, recordó el obstruccionismo del Tribunal Constitucional frente a la ley catalana contra la pobreza energética y la pobreza habitacional y acusó a la Generalitat y a los Mossos de carecer de la sensibilidad suficiente para dar una solución, el realojo, a las familias desahuciadas por orden del juez. Vuelve la Colau superstar.