Un caso excepcional de violencia

Las investigaciones acabarán por aclarar las motivaciones de ese niño de 13 años que mató a un profesor en el instituto

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Que un adolescente de 13 años entre en su instituto armado con una ballesta y un machete dispuesto a matar a compañeros y profesores es un suceso tan atroz como extraordinario dentro de nuestro entorno. De hecho, es el primer caso mortal en España entre las agresiones a docentes, que sí han aumentado en los últimos tiempos. Pero nunca con una violencia como la de ayer por la mañana en el IES Joan Fuster del barrio barcelonés de Navas.

Las investigaciones acabarán por aclarar las motivaciones de ese niño de 13 años, que al ser menor de 14 no es responsable penalmente. En España, como en la mayoría de países europeos, lo son a partir de esa edad y solo se puede entrar en la cárcel con 18. No sería nada conveniente abrir un debate sobre la cuestión por la alarma social que provoca un hecho aislado y legislar en caliente. Así se hizo en Inglaterra con el famoso caso en 1993 de los niños A y B -ambos de 10 años- que raptaron, torturaron y asesinaron a un pequeño de dos. La responsabilidad penal se situó desde entonces en los 10 años, lo que mereció la crítica de la ONU. Este caso debe verse, por lo tanto, como una situación excepcional -comparable con la del copiloto Andreas Lubitz- sobre la que podremos tener más luz con las pesquisas acerca de las circunstancias familiares y personales que rodeaban al estudiante. Algo que no excluye una reflexión sobre si deberíamos ser mucho más vigilantes en el consumo de violenciaconsumo, por ejemplo a través de la televisión o de los videojuegos.