LA CLAVE

Ya casi le tienen

ALBERT SÁEZ

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Los despachos del poder y las asambleas populares están a punto de cobrarse una nueva pieza en esta larga e interminable crisis económica. No actúan coordinados sino todo lo contrario, pero cuando alguien se interpone en sus caminos cruzados nunca cambian de trayectoria para evitar el atropello. El espectáculo cuenta además con algunos colaboradores de excepción que bajo la apariencia de espectadores son en realidad primeros actores de este drama. La pieza por la que tantos han salivado está a punto de caer, Artur Mas puede dejar de ser president de la Generalitat.

Resulta demasiado primario adjudicar esta ejecución a la CUP que han sido los últimos en llegar al baile. Mas morirá políticamente a manos de Mas, de sus éxitos y de sus errores, de sus audacias y de sus miserias, des sus gestos valientes y de sus actos mezquinos. Mas, finalmente, es humano y quien a hierro mata, a hierro muere, tarde o temprano.

CDC busca un Urkullu

No hay que ser un independentista hiperventilado para darse cuenta de que este accidente para a obligar necesariamente a retroceder la marcha de los acontecimientos. Incluso antes de producirse ya ha tenido efectos: la coalición de Junts pel Sí no repite en las generales lo cual va a servir en bandeja la victoria nominal a Ciudadanos; dentro de lo que queda de CDC proliferan los candidatos a ser el Urkullu catalán; la entrada de Mas en el reino de los apestados políticos -con un castigo muy por encima al de Camps, Aguirre, Chaves o Barcina- deja prácticamente en el limbo la gobernabilidad en Catalunya antes y después de unas nuevas elecciones. ¿Quién pactará con quien hasta sumar 68 escaños? ¿Los restos de CDC, del PSC y el PP podrían no llegar a sumar 60 diputados? ¿Sumarían sus votos los emergentes de la CUP y de Podemos con una Esquerra recién salida de un pacto con Mas? ¿Ciudadanos tiene aliados?

Han derrotado a Mas pero sin alternativa. Igual se lo ha ganado con algunos excesos mesiánicos, algún entusiasmo inicial en los recortes, los coqueteos con la CUP o la pasividad con los Pujol. Pero me temo que lo echarán en falta.