'Bo per al Barça'

Se da el caso que en el año histórico que el Barça se convierte en el único club europeo en lograr dos tripletes con un tridente que pulveriza todos los récords, hay elecciones a la presidencia y además se presentan hasta siete candidaturas. El equipo no iba bien en enero y el presidente Bartomeu, en vez de pensar en sí mismo, pensó en el club, convocó elecciones y acertó. Los que le querían arrebatar el puesto aparcaron el ruido y la crítica hasta la campaña electoral y Barto Bartoy su equipo trabajaron en silencio para que todas las piezas encajaran. Y esta es la gran lección que los barcelonistas deberíamos de tener grabada a fuego. Mejor apoyar que criticar ya que al final si un proyecto es ganador se impone y si no lo es, se desmonta solo.

Los que en enero decidieron que iban a saltar a la palestra tenían tantas ganas de cambio que no se echaron atrás y gracias a ellos hemos podido asistir a una campaña propositiva con críticas más o menos ácidas que seguro servirán para mejorar el club. Al final quien se ha impuesto con claridad ha sido Bartomeu, y yo como barcelonista me alegro. Escuchándole tras el recuento creo que encarna esos valores de generosidad en la victoria, entendiendo que los enemigos del Barça deben estar siempre fuera del club y no entre sus consocios. Me gustó el estilo de Freixa que ha sabido explicarse en una buena campaña, igual que ha sabido perder felicitando a Bartomeu. Como Benedito, que con fair play también lo hizo y quizá se plantee dimitir como futuro candidato.

La decepción de la noche

Quien sí que debería dedicarse a otra cosa es la empresa GAPS que se prestó a poner su nombre para que Joan Laporta dijera que tras el debate las encuestas le eran favorables. No se pueden hacer peor las cosas. La decepción de la noche electoral vino precisamente de la actitud de Laporta que, tras decirle a la prensa que no quería valorar los sondeos, se marchó antes de que los resultados fueran definitivos.

En el Barça se suele hablar de ismos para hablar de familias irreconciliables, pero sería más exacto hablar de egoísmos o de generosidades.Y creo que Bartomeu es generoso. El presidente ya sabe que la Masía necesita refuerzos, como sus adversarios saben que los grandes frutos de la cantera vienen de la época de Núñez o Gaspart, que fue quien fichó a Messi. Bartomeu ya sabe que Catar no entusiasma y hace tiempo que busca alternativas para que la camiseta del Barça sea la más valorada, como sus adversarios también saben que la junta de Bartomeu ha dado más recursos a Unicef que cualquier otra. Ojalá los barcelonistas entendamos ahora la lección de enero. Si anteponemos la generosidad, la humildad y el trabajo y el tots units fem força, el Barça será mucho más fuerte. El futuro nos espera y, si actuamos así, será blaugrana.