tú y yo somos tres

Y ahora TV-3 saca pecho

Ferran Monegal

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Desde un punto de vista estrictamente televisivo, la emisión del documental Ciutat morta ha generado consecuencias curiosísimas. Lo insinuaba con acierto Jordi Évole en EL PERIÓDICO del lunes en su artículo Ciutat morta o cómo la mierda flota. Después de advertir el silencio y el bloqueo televisivo que había sufrido este documental, decía: «Hasta que una pregunta parlamentaria de David Fernandez (CUP) desbloqueó su emisión en Televisió de Catalunya, una televisión que tiene un canal grande (TV-3) y otro pequeñito como El 33. Adivinen por cual se emitió». Efectivamente. Ampliemos la analítica. Muchos meses -se habla de año y medio- llevaba el documental encerrado en un archivo. Ningún interés en emitirlo (demasiada gente importante, y nostrada, involucrada, y eso TV-3 siempre lo rehuye). La presión parlamentaria de David Fernández consigue que se emita. Pero deciden soltarlo por El 33, el segundo canal, que tiene la ventaja de que consigue audiencias muy reducidas. Y además eligen el sábado por la noche, que es cuando la audiencia es todavía más mínima. Naturalmente ni un aviso, ni una sinergia de grupo, en los TN del sábado, no fuera a despertar el interés de la ciudadanía. O sea, más que emitir el engorroso Ciutat morta, de lo que se trataba era de quitárselo de encima y evitar así más interpelaciones parlamentarias de la CUP. Y de pronto, ¡patapam!, ocurre la insospechada maravilla. La emisión resulta ser un éxito absoluto. El modesto El 33 logra con el documental cotas de audiencia gloriosas, un 20% de share, cifra superior a la de los Telenoticies de la gran TV-3, de la que con tanto cuidado habían huido. ¡Ah! Este suceso televisivo ha provocado en los directivos de la seva una reacción interesantísima. Ante la fenomenal repercusión, seguir disimulando  ya no era posible. Y el lunes por la noche vimos cómo en el TN vespre (esta vez sí) abrían con el éxito de Ciutat morta. O sea, aquel trabajo relegado al canalet, fue entonces elevado -a toro pasado- a noticia principal del gran informativo de TV-3. Le dedicaron la apertura y un minutaje muy cumplido. Exclamaban: «¡Excepcional repercusión del documental!». Ilustrativo. Sacaban pecho, malgré lui.

Uno de los entrevistados, el líder de ICV-EUiA Ricard Gomà, advertió sobre aquel terrible suceso del 2006: «Nuestra petición de información topó con una opacidad muy dura». Efectivamente. La opacidad también tiene su lectura televisiva.