Editorial

Un acto que refleja la división independentista

La concentración de la Ciutadella había despertado los recelos de Esquerra y de la CUP, que se sintió presionada para pactar la investidura de Mas

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La Assemblea Nacional Catalana (ANC) reunió ayer a unos centenares de personas (entre 1.000 y 3.000, según las fuentes) para pedir a Junts pel Sí (JxSí) y la CUP que lleguen a un acuerdo que permita la investidura del president y la formación de gobierno. Lo peor no fue la modestísima asistencia, sino que el acto reflejó de manera descarnada las divisiones del independentismo. Al mismo tiempo que se celebraba la concentración, en la que destacó algún lema antipartidos, las fuerzas políticas mayoritarias en el 'procés', CDC y ERC, presentaban sus candidaturas para las elecciones del 20-D, al margen del apoyo que en otras manifestaciones prestaron a la ANC. No en vano el acto del parque de la Ciutadella había despertado desde que se anunció los recelos de Esquerra, de la CUP, que se sintió presionada para pactar la investidura de Artur Mas, y de otras organizaciones independentistas como Súmate.

En este ambiente enrarecido, suena a exigencia extemporánea el ultimátum lanzado a JxSí y la CUP para que pacten antes del día 27 cuando la formación anticapitalista tiene convocada una asamblea decisoria dos días después. También fueron extemporáneas las referencias del presidente de la ANC a Catalunya como una «colonia» española y su afirmación de que «igual que España vio perder sus colonias hace 100 años también verá perder esta». Ni para elevar la decaída moral del independentismo, reconocida por la ANC, sirven tales desvaríos.