ARQUITECTURA

¡Qué bonita es Badalona por tierra, mar y aire!

La ciudad es la invitada del festival 48h Open House Barcelona

El puente del Petroli es uno de los lugares icónicos de Badalona, un antiguo pantalán ganado por los vecinos para sus paseos.

El puente del Petroli es uno de los lugares icónicos de Badalona, un antiguo pantalán ganado por los vecinos para sus paseos. / periodico

Eva Melús

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Casi seguro que Joan Manuel Serrat, que cantaba aquello de «Qué bonita es Badalona», un tributo tan tierno como irónico a los rasgos más populares y anodinos de la ciudad, se replantearía una nueva versión del tema si este fin de semana se animara a redescubrir la gran urbe con el prisma ampliado que propone el 48H Open House Barcelona. Badalona es la ciudad invitada de este festival que durante dos días abre las puertas de diferentes espacios, la mayoría poco accesibles habitualmente, con el objetivo de provocar flechazos y amor eterno. Dispuesta a reivindicar su urbanismo, Badalona se explica a través de 15 escalas, que se pueden enlazar en cuatro itinerarios guiados por arquitectos de prestigio o visitar por libre en horario establecido. He aquí diez conceptos para mirarla con otros ojos.

TIERRA: La Baetulo romana

TIERRA: La Baetulo romanaEs bueno comenzar por el principio. Parte de la antigua ciudad romana de Baetulo queda a los pies de la nueva. Literalmente. El circuito por el subsuelo del Foro Romano permite descubrir numerosas ruinas subterráneas que la construcción de la nueva urbe expulsó del plano. Es una de las escalas estrella del itinerario guiado por Ramon Mayné, exdirector del Museu de Badalona.

MAR: El legado del mono

MAR: El legado del monoHacerse un selfi con la escultura del mono y adentrarse hacia el mar por el puente del Petroli son dos clásicos, pero la visita guiada a la fábrica de Anís del Mono, joya modernista, es para nota. Es la única fábrica que queda en pie de las construidas a principios del siglo XIX siguiendo la línea del mar y del ferrocarril, cuando la industrialización fue dejando pequeña a Barcelona y su Poble Nou. Fue ideada en 1882 por Jaume Botey, padrastro de Joan Amigó, arquitecto municipal en Badalona entre 1914 y 1923 y auténtico introductor del art nouveau en la ciudad. Ya que estamos, se recomienda un receso en una terracita del paseo.

AIRE: Miralles y La Llauna

AIRE: Miralles y La Llauna

{"zeta-legacy-image-100-barcelona":{"imageSrc":"https:\/\/estaticos.elperiodico.com\/resources\/jpg\/1\/3\/1477062568831.jpg","author":"RICARD CUGAT","footer":"Fachada del IES La Llauna."}}

Tras sus viajes a Austria y Alemania, Amigó ya tenía el modernismo patrio algo superado y su proyecto de la fábrica de envases metálicos para Gottardo de Andreis está más influido por su variante vienesa, marcada por el uso del grafismo. La rehabilitación realizada por Enric Miralles y Carme Pinós para convertir el edificio industrial en el IES La Llaunaexplota las estructuras aéreas y fue premio FAD en 1986. Queda muy cerca de la fábrica de Anís del Mono.

COLOR: La escuela Gitanjali

COLOR: La escuela GitanjaliUn joven Joan Amigó construyó en 1908 la Casa Leonardo Leprevost, encargada por ese ingeniero de origen francés. Justo siete décadas después se instaló allí la Escuela Gitanjali, con una sorprendente rehabilitación. El edificio juega con los volúmenes y con el color, a través de una fachada muy dinámica. Placas fotovoltaicas totalmente integradas proporcionan energía al edificio.

LUZ: Recetas en El Carme

LUZ: Recetas en El Carme

{"zeta-legacy-image-100-barcelona":{"imageSrc":"https:\/\/estaticos.elperiodico.com\/resources\/jpg\/9\/4\/1475614289049.jpg","author":null,"footer":null}}

El Centre Cultural El Carme tomó su nombre del antiguo hospital que ocupó la misma parcela. Los distintos volúmenes de vidrio superpuestos que conforman su estructura están cubiertos por persianas laminadas que deparan un vistoso juego de luces. Las visitas guiadas tendrán lugar el sábado por la tarde y el domingo por la mañana, pero merece la pena acercarse de noche para verlo desde fuera.

CARIBE: La herencia indiana

CARIBE: La herencia indianaJosep Viñas fue el alcalde que encargó el proyecto del actual ayuntamiento en el siglo XIX, en 1860. El edificio recuerda al consistorio de Santa Clara, en Cuba, y muestra pilares en forma de palmeta en las esquinas, un guiño a los negocios caribeños de Viñas. Josep M. Massot, que guía el itinerario sobre la Reconversión Industrial, participó en la última remodelación.

LLUVIA: Ingeniería subterránea

LLUVIA: Ingeniería subterráneaEl depósito de aguas pluviales L’Estrella, con capacidad para recoger 30 millones de litros de agua, es un referente de ingeniería, y una infraestructura básica para el abastecimiento de la ciudad y para evitar las inundaciones durante las lluvias fuertes. La visita guiada permite conocer su funcionamiento a través de un ordenador industrial.  

JUEGO: El Pavelló Olímpic

JUEGO: El Pavelló OlímpicEsta cancha, con capacidad para 12.000 espectadores y que este año celebra su primer cuarto de siglo, es un icono del nuevo urbanismo que los Juegos de Barcelona trajeron a la ciudad. No es casual que el Open House ofrezca un itinerario sobre arquitectura deportiva, guiado por el arquitecto Xavier Salvà, ya que el baloncesto, el deporte rey en este pabellón, tiene gran peso en Badalona. La instalación recibió el Premio Mies van der Rohe en 1992.

Y MÁS JUEGO: El Salvador Espriu

Y MÁS JUEGO: El Salvador Espriu

{"zeta-legacy-image-100-barcelona":{"imageSrc":"https:\/\/estaticos.elperiodico.com\/resources\/jpg\/4\/0\/1477062628904.jpg","author":null,"footer":"La Zona Deportiva Salvador Espriu."}}

La Zona Deportiva Salvador Espriu, proyecto del equipo Soldevila ejecutado en el  2008, quiere recordar a un vehículo en movimiento, integrado en la autopista colindante. El edificio se inclina hacia la ciudad en un lado y se eleva hacia la autopista en el contrario.

TRANSFORMACIÓN: El pasaje de Josep Gironés

TRANSFORMACIÓN: El pasaje de Josep GironésEl 48H Open House ofrece decenas de ejemplos de cómo la arquitectura se adapta a los nuevos usos. Las viviendas del pasaje de Josep Gironés, construidas sobre la estructura de una antigua fábrica de margarina y chocolate, son un ejemplo destacable.